Siempre se dice que lo difícil no es llegar, sino mantenerse. Pero en el caso de la música latina, un género en constante ebullición, esto segundo se antoja aún más complicado. Por eso, hemos querido hablar con Cali y el Dandee, unos veteranos de la escena urbana, para que nos cuenten cómo han afrontado ellos este reto desde que lo petaron con aquel famoso Yo te esperaré, que ya ha cumplido más de 10 años. Ahora, Alejandro Rengifo (Colombia, 1993) y Mauricio Rengifo (Colombia, 1988) vuelven a las melodías de sus orígenes, mezclando rap y baladas, con Amor, la primera parte de una historia que será completada con dos temas más en los próximos meses.
Ha pasado más de una década desde que comenzasteis vuestra carrera musical juntos. ¿Cuál es la clave para manteneros frescos y seguir encajando?
Mauricio: Te tiene que gustar la música que está sonando. Lo que oigo todo el día es el Top 50 de las canciones que están sonando en distintos países y voy cambiando de país a país. Eso te conecta con la gente. También, salir de fiesta y ver a la gente encendida con una canción. Encerrado en tu casa es muy difícil entender qué pasa con uno u otro tema. Cuando ves a todo el mundo bailando una canción, dices: “A mí también me gusta”. Y eso se contagia. Es muy importante estar pegado a lo que le gusta la gente. Eso sí, también es necesario tener un equilibrio entre lo que está sonando y lo que te vuelve original a ti y solamente tú eres capaz de hacer.
Ahora presentáis Amor, un single sobre las relaciones tóxicas. ¿Habéis vivido relaciones tóxicas?
Mauricio: No necesariamente relaciones tóxicas las 24 horas del día, porque es muy difícil que dure así, pero sí. Hay relaciones que no son buenas y se disfrazan como buenas. Tienen momentos que, aunque tengan 30 minutos al día tóxicos, te atrapan, no te dejan evolucionar y no te permiten ser feliz. Hay gente a la que le gusta mucho pelear en las relaciones. Nosotros huimos de eso. Pero sí, Amor trata un poquito de eso.
“En este momento estamos saciados de colaboraciones”
Además, habéis lanzado Legendaria junto a Mya. ¿Sentís que vuestra carrera ya es legendaria o siempre hay esa preocupación de caer en el olvido?
Alejandro: Desde que empezamos a hacer música, nos lo tomamos como un juego y algo que nos gusta hacer desinteresadamente. Obviamente, nos gusta sacar canciones que todo el mundo escuche y la gente reciba con mucho cariño, pero seguimos siendo súper sinceros en cuanto a sacar lo que nos gusta a nosotros y tenemos un grupo de fans muy devotos y cuando sacamos las canciones estamos felices. Ese es el verdadero triunfo. En concreto, con Mya, queríamos colaborar porque estos 2 chicos de Argentina son súper talentosos y es una canción con la que hemos recibido muy buenos comentarios.
Muchos de vuestros temas son colaboraciones con artistas como Sebastián Yatra, Rauw Alejandro, Morat… ¿Trabajar con artistas de moda es una forma de renovarse?
Mauricio: Colaborar con buenos artistas es una forma de volverse mejor. Más allá de que estén o no de moda, aprendes formas distintas de hacer música. Esto es muy personal y, al final, todos llegamos al mismo sitio. La vía que coge cada uno para escribir, producir o cantar una canción es diferente y, por eso, nos gusta colaborar. Particularmente, en este momento de nuestra carrera, salvo una o dos cosas que vienen, estamos saciados de colaboraciones por ahora. Queremos hacer música nosotros dos. Tenemos la virtud de estar haciendo una colaboración entre los dos siempre que hacemos música y las canciones que vienen son de nosotros dos y las disfrutamos también mucho. Somos más dictatoriales a la hora de hacer música estando los dos solos —ríe—.
¿Con quiénes habéis tenido más química?
Mauricio: Morat nos gustó mucho lo que hicimos con ellos, al igual que con Sebastián Yatra. Con Aitana también hemos hecho varias y tenemos por ahí una que viene después con una niña española que es muy cool. Lo que más nos importa a la hora de hacer las colaboraciones es que sean artistas que no hagan la música como nosotros para generar algo nuevo.
“Hay una niña española, Mar Lucas, que nos parece muy cool“
También habéis colaborado con muchos artistas españoles como Aitana, Melendi, Omar Montes, David Bisbal… ¿En cuál tenéis puesto el ojo ahora en España?
Mauricio: Aunque admiramos a los grandes artistas, nos gusta mucho trabajar con artistas nuevos y hay una niña, Mar Lucas, que nos parece muy cool. Estamos mirando su carrera y nos gusta mucho.
Una industria competitiva
Imagino que no es fácil mantenerse en la música urbana cuando surgen artistas nuevos continuamente. ¿Cómo sobrevivir en una industria tan volátil y en constante crecimiento?
Alejandro: La música urbana que llevamos haciendo en los últimos años ha sido muy de Cali y El Dandee de los inicios. Es rap, baladas y canciones que suenan a lo que hemos hecho durante todo el tiempo. Nos mantenemos cantando canciones por ese estilo, pero también explorando otras cosas. La canción que acabamos de sacar, Amor, es algo melodramática, pero lo otro que viene es súper diferente y será más de discoteca y de momentos felices.
Mauricio: También la forma de mantenerse es, en primer lugar, no parar de hacer música. Segundo: no cerrar los ojos a lo que interesa. Y tercero y más importante: seguir siendo fiel a tu forma de hacer música que es por lo que la gente escribe en Spotify: “Cali y el Dandee”. Uno tiene que tener este balance entre hacer la música que es tendencia y lo que le gusta.
¿Cuáles son los mayores desafíos a los que se enfrentan actualmente los artistas?
Mauricio: La cantidad de música que sale hoy en día ha hecho que los artistas trabajen mucho en estudio y hagan muchas canciones. Entonces, al igual que cuando vas al gimnasio, el músculo crece y la facilidad de comunicar ideas nuevas crece, por lo que están saliendo canciones muy buenas. Siento que, en estos 10 años, el nivel de la música latina a nivel de composición, vocal y producción ha subido muchísimo. La competencia es fuerte porque salen canciones muy buenas. Cuando nosotros empezamos, siento que era más fácil impresionar a un oyente. Ahora todo el mundo suena brutal y hay que encontrar la forma de que sea lo más familiar posible para que la gente lo digiera bien, pero tenga ese punto diferencial para que la gente se acuerde de que es tuya.
“Nos gusta escuchar perreo, pero no lo hacemos porque no nos nace”
Habláis de la competencia. ¿Sentís presión por mantener ese listón con cada tema?
Alejandro: Sí. Sentimos que le debemos algo a la gente que nos ha dado cariño y escucha nuestras canciones. Por eso, por más que trabajemos más rápido que antes porque el proceso se ha vuelto más rápido, queremos que esa gente nos siga queriendo y nos escuche.
La industria musical ha experimentado muchos cambios en los últimos años debido a la influencia de las plataformas de streaming y las redes sociales. ¿Cómo han influido estas herramientas en vuestro trabajo?
Mauricio: Las disfrutamos mucho, tanto como artistas y como fans. Uno está como en la ola y Apple Music o Spotify te muestra las mismas canciones que le muestra a todo el mundo, pero, de repente, te muestra una que no conocías y un artista que nadie conoce y que hace una canción que va más allá de lo común. Entonces, gracias a estas plataformas, conocemos a ese artista que igual no tiene una discográfica grande o un presupuesto grande, pero que la plataforma lo está visibilizando. Ahora, por ejemplo en España, está Saiko. Es bien bacano saber que una persona que está haciendo música se pueda dar a conocer.
Habéis mostrado vuestro compromiso con causas sociales como la igualdad de género. ¿Cómo podemos fomentar un reggaetón más feminista?
Mauricio: De la música urbana más feminista se han encargado, sobre todo, las mismas mujeres, pegando canciones increíbles que, además, ni siquiera tienen que cambiar el lenguaje. Simplemente, lo hacen a la inversa lo que me parece súper justo. Había canciones que cosificaban a la mujer hace cinco o seis años y, ahora, cosifican al hombre y me parece que es darse golpes para bien. Nosotros hacemos canciones bien románticas, pero defendemos las que no son románticas. Nos gusta escuchar perreo, pero no lo hacemos porque no nos nace. Al igual que nos gusta el cine de terror, pero no defendemos que haya que salir con un cuchillo a matar nadie.
Alejandro: Y libertad de expresión, que hay que protegerla siempre y garantizar que la gente pueda decir lo que quiera decir. Obviamente, tiene que ser una guerra justa y, como dice mi hermano, la música ya se encarga de limar esas asperezas.