Arkano, rap contra la homofobia y el machismo

Conoce al joven alicantino que está reinventando el género musical más provocador.

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Guillermo Rodríguez, más conocido como Arkano (Alicante, 1994) ha decidido cambiar un poco el mundo con el poder de sus convicciones y la fuerza de sus palabras. Atrás queda aquel adolescente tímido e inseguro que se batía el cobre en las batallas de gallos y sorprendía improvisando durante más de 24 horas seguidas. Arkano es ahora una estrella con historia que publica su primer álbum de estudio, ‘Bioluminiscencia’, y colabora con artistas como Melendi.

Tiene 23 años y acaba de terminar la carrera de Ingeniería Industrial. A simple vista es un chico normal, tímido y bastante reservado. Resulta complicado imaginar la legión de seguidores que hay tras él y, lo que es más importante, tras su mensaje. Sin embargo, este alicantino está reinventando el rap desde sus cimientos. Desde que empezara a ser conocido en esto de las rimas allá por 2008, Arkano ha ido madurando un estilo propio, transgresor y, en cierto modo, hasta polémico. Su intención de no hacer referencia a comentarios machistas u homófobos en las batallas de freestyle le ha servido para ganarse enemistades dentro del círculo más pureta del género. “Las últimas tendencias nos han hecho ver un rap alejado de la realidad en el que valores como el machismo han predominado de forma impune. El tipo de canciones que más han sonado son un ejemplo claro de elitismo, individualismo o capitalismo extremo. Cosas que a mí me parecen absolutamente negativas”, confiesa.

Se muestra exultante cuando habla de Bioluminiscencia, su primer álbum. Un disco alejado de las batallas de gallos –la modalidad que le ha llevado a la fama– y que “apuesta verdaderamente por el rap social y transformador”. En total, 14 canciones destinadas a remover la conciencia del rap en las que se habla de machismo, homosexualidad y bullying, pero también de esperanza, superación y alegría. “Todo artista que es escuchado tiene una responsabilidad muy importante. Te escuche una persona o un millón. Existen canciones de trap o reguetón que ayudan a que se normalicen comportamientos que son tóxicos y llevan a la sociedad a situaciones de profunda desigualdad. Yo me encargo de hacer mi parte para que esto no sea así, si otros no lo hacen tiene que caer sobre su conciencia”, asegura el joven rapero.

El rey del escenario

Con tan solo 15 años se proclamó campeón de España de freestyle, disciplina en la que es el rey absoluto. Y en 2015, a los 21, revalidó el titulo nacional y se alzó con el campeonato internacional tras vencer en la fase final al argentino Dtoke. Fue un evento no exento de polémica, ya que el alicantino besó a su contrincante en la boca cuando el duelo estaba en su momento de mayor tensión. Un gesto totalmente improvisado que dejó boquiabierto a su rival, jurado y público. Desde ese instante, Arkano se convirtió en la diana de miles de críticas homófobas cada vez que se atrevía a empuñar un micrófono. “Nunca he llorado por un comentario, hay cosas que pueden doler más que otras pero entendemos cómo va el juego. Cuando subes al escenario interpretas que tu rival es tu mayor enemigo, una vez se acaba todo queda ahí. He llorado al acabar una competición por toda la tensión acumulada, los nervios o la emoción de haber ganado, pero nunca por un comentario especialmente hiriente”, cuenta.

 

Pese a ganarse la vida rimando versos y haber escrito un libro (‘Asalto al vacío’), no le importa reconocer que prescinde de la lectura como modo de inspiración. “Es que parece que si no lees libros a nivel cultural no tienes mucho que aportar; que no eres una persona que ha sabido enriquecerse. Obviamente, yo nunca hago apología de la no lectura. A veces intento leer algún libro, pero no es lo mío, sinceramente –ríe–. Para mí sería súper fácil aprender cinco autores y aparecer en las entrevistas diciendo que me encanta este o el otro, pero prefiero romper con eso, ser natural y explicar las cosas tal y como son”, confiesa.

Rimas de oro

Si hubo un momento determinante en la corta pero intensa carrera musical de Arkano fue cuando, en 2016, en un arrebato de locura, decidió rimar durante más de un día en medio de la Puerta del Sol de Madrid. Así fue cómo la joven promesa del freestyle se convirtió en leyenda al batir el récord Guinness de improvisación durante 24 horas y 37 minutos. “Fue un punto de inflexión tremendo. Ganar el campeonato internacional de freestyle supuso un gran escaparate, sobre todo para la gente que conocía el rap y las batallas de gallos. Pero el récord fue algo muchísimo más transversal, lo vio gente de todo tipo, madres, hijas y abuelos. Llegó a todos los medios de comunicación generalistas, fue un bombazo muy grande”, afirma este alicantino con una enorme satisfacción.

“Peco de ser una persona muy insegura. Soy muy autocrítico y eso a veces me trae problemas”, Arkano

Las rimas y versos que durante muchos años únicamente le valieron para ganarse el respeto de sus afines, de repente comenzaron a llevarle a lugares con los que jamás había soñado. “Me he sentido abrumado por la cantidad de experiencias que me ha permitido vivir esto. Intento hacer muchos ejercicios de felicidad consciente para poder disfrutar de todo lo que está pasando. La verdad es que flipo bastante”, cuenta entre risas. Sin embargo, no todo es fácil en el camino hacia la fama. “Peco de ser una persona muy insegura. Soy muy autocrítico y eso a veces me trae problemas. Cuando me veo en la televisión, en lugar de disfrutarlo, estoy buscando el fallo. En ese sentido, Arkano tiene un plus de seguridad respecto a Guillermo. Uno es capaz de expresar rimando lo que el otro no se atreve a decir”, asegura la joven estrella.

Y es que cuando tienes 23 años y miles de seguidores en tus redes sociales es muy fácil meter la pata. Arkano no tiene reparo en considerarse un influencer, lo considera “un papel muy importante y una responsabilidad enorme”. Que la fama le haya abrazado de forma tan repentina no ha cambiado su forma de pensar y de ser. “Mi regla principal es la de no adoctrinar, la de no imponer mis pensamientos por encima del resto. Intento mostrarme, ante todo, siendo natural, haciendo y diciendo lo que me apetece en cada momento“, afirma. Natural, sin ínfulas de rockstar, así es como podríamos definir a Guillermo. Un artista lleno de talento camuflado bajo un disfraz de superstar del rap.

*Artículo originalmente publicado en el número 50 de Vis-à-Vis. Pide tu ejemplar en papel en tienda.ploimedia.com o descarga la edición digital interactiva para iOS o Android. 

Foto Sergio Albert