El mundo del coleccionismo y las subastas nunca deja de sorprendernos. Después de vender una paleta de cartón usada por Picasso por 70.000 euros –uno de los muchos objetos de un lote vendido por su nieta Maria Picasso–, la casa británica vuelve con otra puja única y muy suculenta para los fanáticos de las sneakers. Hablamos de unas zapatillas que fueron fabricadas a mano por el co-fundador de Nike, Bill Bowerman, en el año 1974. Este es el primer par hecho a mano por el legendario diseñador en aparecer nunca en una subasta, y lo ha hecho por todo lo alto en Sotheby’s. Tienen sus cordones originales y los agujeros de encaje fueron perforados a mano por Bowerman. Y en los talones pone la palabra “Mays” en su letra.
Las deportivas, ahora ya muy estropeadas por el paso del tiempo, pertenecieron a John Mays, un corredor de la Universidad de Oregón que las había tenido en su poder hasta ahora. Además, vienen acompañadas de una carta manuscrita del propio Bowerman en la que se revelan muchos de los secretos de estas famosas zapatillas con punta de gofre. En la carta, Mays cuenta, por ejemplo, que Bowerman construyó este nuevo modelo con las medidas de su pie y que le hizo probarlo durante sus entrenamientos para estudiar su funcionalidad. Finalmente, el deportista los usó en los Campeonatos de atletismo de la NCAA y en las Pruebas olímpicas de 1972 en Eugene.
Bowerman fue, sin duda, uno de los mayores innovadores en ingenio y diseño de calzado. En su obsesión por hacer más fácil la vida de los atletas, el co-fundador de Nike y legendario entrenador de atletismo de la Universidad de Oregon introdujo algo que cambiaría para siempre el diseño de sneakers: la ya famosa suela waffle, una suela con rejilla con protuberancias inspirada en la plancha con la que su mujer hacía los gofres. Lo que lees. De hecho, usó esa misma plancha para sus primeras pruebas. Un invento que revolucionó el calzado al hacerlo más ligero, además de amortiguar los golpes y aumentar la tracción. Suya fue también la idea de las zapatillas Cortez, otro modelos icónico de Nike. Bowerman murió en 1999 a los 88 años dejando tras de sí un gran legado en la historia del calzado deportivo.
Con un precio de salida de 110.000 dólares –aunque se estima que superará con creces esta la cifra–, seguramente se conviertan en las zapatillas más valiosas jamás puestas a subasta después de las Nike Air Jordan 1 autografiadas por Michael Jordan en 1985. Un par que batió un récord mundial al venderse por la cifra de 560.000 dólares. La subasta online de las Nike de Bowerman estará abierta desde hoy hasta el 26 de junio, por si hay algún coleccionista en la sala.