Aunque los astronautas de la NASA se pasan la mayor parte del tiempo con un mono azul tipo mecánico, son los trajes que usan para explorar el espacio los que están grabados en nuestro imaginario colectivo. Esos buzos blancos y pesados con escafandra que hemos visto infinidad de veces tanto en la realidad como en la ficción. Pero SpaceX también quiere cambiar eso. La compañía aeroespacial creada por Elon Musk no solo ha sido la primera en lanzar un cohete privado y tripulado al espacio, el Falcon 9, sino que también se ha atrevido a reformular el icónico traje de sus tripulantes.
El polémico físico y empresario multimillonario quiere revolucionar el diseño espacial en todos los aspectos, también en lo que al estilismo de los astronautas se refiere. Para ello ha contado con la ayuda de Jose Fernandez (Miami, 1965), un diseñador mexicanoestadounidense que ha creado algunos de los trajes de superhéroes y de personajes de ficción más míticos de las últimas décadas. De hecho, Fernandez comenzó su carrera en el cine como escultor del legendario artista de maquillaje Rick Baker en la película ‘Gremlins’ (1989).
Desde entonces, Fernandez ha participado en el vestuario de cintas de ciencia ficción como como ‘Alien III’, ‘Sleepy Hollow’, ‘Hellboy’, además de formar partes de muchos proyectos de Marvel (‘Black Panther’, ‘Capitán América’ o ‘The Amazing Spider-Man’) y del universo DC (por ejemplo, el Batman de Ben Affleck). Por eso, en 2007 el diseñador decidió fundar su propia compañía, Ironhead Studio, especializada en el diseño de vestuario y criaturas. Pero además de películas, este estudio se encarga de la vestimenta del dúo de música electrónica Daft Punk y de los cantantes Kid Cudi o Will.i.am.
Pero lo que probablemente no se esperaba Fernandez es que un día Elon Musk llamaría a su puerta con un encargo estratosférico. Nada menos que el de crear los uniformes de su ambiciosa misión tripulada al espacio. Y el resultado ha sido, cuando menos, sorprendente. Tal y como pudimos averiguar por fin el pasado sábado 30 de mayo, los nuevos trajes de SpaceX tienen un corte bastante minimalista e informal. Los cosmonaturas al frente de la misión, Robert Behnken y Douglas, se presentaron ante el mundo momentos antes de su despegue con un un traje de líneas rectas en blanco y negro y un casco fabricado con tecnología de impresión 3D. Y, como guiño retro, el logo de la NASA de los años 80 en el hombro.
¿Un poco decepcionantes para venir de un diseñador de vestuario de superhéroes? Puede ser. Está claro que el diseño huye deliberadamente de las tendencias, por lo que tiene sentido que no contaran con nadie del mundo de la moda para elaborarlo. No hay riesgo estético, pero sí mucha seguridad y tecnología –que, al final, es lo más importante–. Son funcionales, livianos, hechos a la medida de cada astronauta y ofrecen protección frente a una posible despresurización. Además, cada traje puede sincronizarse con el ordenador que los astronautas usan para monitorear la nave Dragon y se conectan a los asientos a través de una especie de cordón umbilical. Los guantes, por su parte, están habilitados para usar las pantallas táctiles del interior, una de las novedades más significativas de la nave.
Porque, más allá del show, el objetivo primordial del traje es proteger a los tripulantes de la nave ante cualquier situación de emergencia. De momento, el diseño de SpaceX será de uso exclusivo para los astronautas de esta misión comercial de la NASA, aunque lo más probable es que en un futuro saquen merchandising en esa línea. Porque si de algo entiende el polémico magnate sudafricano que está detrás de todo esto, es de marketing.