El skyline de la gran manzana acaba de abrir las puertas de un nuevo rascacielos que se va a convertir en el capricho de las personas más ricas del planeta. Se trata de un edificio residencial de 435 metros de altura que tiene la peculiaridad de ser especialmente estrecho. No en vano, ya es el rascacielos más delgado del mundo, con una relación altura-anchura de 24:1. Nueva York establece así un nuevo estándar para la vida ultralujosa en una ciudad a la que ya le queda muy poco terreno edificable.
El nuevo y esbelto 111 West 57th Street se compone de dos estructuras: la primera es el emblemático Steinway Hall, que en el pasado fue el hogar de la compañía de pianos Steinway & Sons. Y la segunda es una nueva torre diseñada por SHoP Architects que ahora es el segundo edificio residencial más alto del hemisferio occidental. En su interior hay un total de 60 residencias listas para ser habitadas. 14 de ellas están en el primer edificio y 46 en el segundo, entre pisos completos, dúplex y triplex. Eso sí, debido a su estrechez, solo cabe una por planta.
El Steinway Hall fue inaugurado originalmente en 1925 por Warren & Wetmore, la famosa firma de arquitectura que también está detrás de otros puntos de referencia de Nueva York como Grand Central Terminal. Un glorioso edificio de estilo clásico francés que escribió un nuevo capítulo en su historia al ser vendido en 2013. Fue entonces cuando sus nuevos dueños decidieron que se convertiría en un rascacielos único y muy delgado. Para ello tuvo que reinventarse de manera integral –pero honrando el espíritu del diseño original– y adquirir el lote adyacente para crecer a lo alto.
Vida de lujo asegurada
El nuevo 111 West 57th Street rinde homenaje a los rascacielos clásicos del pasado de Manhattan y, al mismo tiempo, establece un nuevo estándar para el futuro. Uno en el que la vida solo se entiende de una forma: en las alturas. Por fuera, destella en el horizonte gracias a un opulento exterior terminado en terracota y bronce. Pero lo mejor, como siempre, está en el interior.
Mediante el uso de detalles sutiles, acabados lujosos y una excelente artesanía, Studio Sofield ha creado algo realmente espectacular. Una elegancia que no está disponible en ningún otro lugar. Las residencias del rascacielos más delgado del mundo se componen de un gran salón insignia con altura de 4,3 metros, ideal para cualquier tipo de entretenimiento. Además, la pared de vidrio, que abarca todo el ancho del edificio, ofrece una vista perfectamente centrada de Central Park.
Por su parte, los dormitorios principales cuentan con ventanas que van del suelo hasta el techo con columnas de bronce y revestimientos personalizados en las paredes. Las cocinas también están hechas a medida y los baños principales tienen una impresionante bañera exenta de metal pulido y adornos de bronce.
En cuanto a las comodidades y servicios del edificio en sí, 111 West 57th Street garantizada la seguridad de sus inquilinos de muchas maneras, como con un portón privado en su entrada. Del mismo modo, establece una atmósfera íntima con un portero y conserje exclusivo las 24 horas que atiende todas las necesidades de los inquilinos. Aunque, sin duda, una de las joyas de su interior es la piscina olímpica de 25 metros con techos abovedados de doble altura y salas de estar para descansar entre chapuzón y chapuzón.
Cuestión de millones
¿Y cuánto cuesta todo esto? Pues mucho dinero. Muchísimo. Según su página oficial, la residencia disponible más “barata” cuesta 6.995.000 millones de dólares, mientras que la más cara asciende a 66.000.000. Esta última, en concreto, tiene 662 metros cuadrados repartidos en tres plantas. La vivienda dispone de ascensor privado, cuatro habitaciones, cinco baños, dos vestidores y un porche al aire libre de 129 metros cuadrados. Además, el Studio Sofield ha incluido obras originales de Picasso, Arp, Bores, Miro y Matisse, entre otros.
El rascacielos más delgado del mundo es todo un reclamo para inversores y millonarios. Además, se suma a la corriente arquitectónica de rascacielos que destacan por ser estrechos y esbeltos. Un tipo de edificaciones super slender que surgieron a raíz de las complejas leyes de zonificación de la ciudad. Estas restringen la cantidad de suelo que se puede construir dentro de un área. Sin embargo, una laguna regulatoria permite la transferencia de los “derechos aéreos” de una parcela a otra. Es por eso que sí pueden ser cada vez más altos y delgados.
Por tanto, todo parece indicar que Nueva York seguirá llevando al límite la arquitectura y la ingeniera. ¿El objetivo? Alumbrar edificios como el impresionante 111 West 57th Street. El rascacielos más delgado del mundo.