Qué y quién se esconde tras las fotos más famosas de los rascacielos de Madrid

El fotógrafo Jose Ángel Izquierdo, más conocido como JaiCano, ha encandilado a todo Instagram con sus inconfundibles fotografías de las torres de Madrid.

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¿De cuántas formas se puede retratar un mismo instante? Pues por lo visto, de muchas. Solo hay que darse una vuelta por el feed de Instagram de Jose Ángel Izquierdo para comprobar cómo un mismo horizonte puede tener tantas y tan diferentes posibilidades. Tras una década retratando de forma única los rascacielos de Madrid, este informático apasionado por la fotografía pone el broche de oro a sus más de diez años de postales inigualables con un libro recopilatorio titulado ‘Titánides: Diez años retratando las torres de Madrid’. En él, aparte de recoger algunas de sus mejores imágenes, también incluye datos técnicos y localizaciones para que cualquiera pueda iniciarse en la fotografía de paisajes y, como él, tener su propia visión de la city madrileña.

Lo que empezó solo como una afición, sin mayor ánimo que el de mejorar su arte por la fotografía, ha terminado convirtiendo a JaiCano –así se le conoce en redes sociales– en un referente dentro del mundillo. “El gusanillo de la fotografía siempre estuvo ahí. En 2005, tras hacer un safari por Kenia y Tanzania es cuando decido empezar a practicar más en serio. Cerca de donde vivo hay una vistas idóneas de las torres de Madrid, así que una mañana yendo al trabajo vi que el amanecer era muy bonito, paré y me puse a fotografiarlo. Desde ese día siempre llevo la cámara conmigo por lo que pueda pasar. Cuando hay tormenta o algo especial me escapo de casa y rápidamente planto el tripode –bromea–. En 2011, tras una superluna, subí varias fotos a mis redes y los medios se hicieron eco. A raíz de eso el boom fue bestial”, nos cuenta. 

“Quiero que la Luna cubra completamente las torres de Madrid”

Precisamente, gracias a sus perfiles en redes sociales JaiCano ha hecho que su obra llegue hasta límites que ni él mismo imaginaba. Si comparáramos el éxito de su galería con la altura de un rascacielos, hace tiempo que nos habríamos quedado sin ascensor para subir a la azotea. Solo en su perfil de Instagram acumula más de 300 postáles y casi 15.000 seguidores. “Todo ha influido, porque los medios de comunicación también se han hecho eco en varias ocasiones. Mi secreto es darle una vuelta de tuerca a mis fotografías. Siempre me ha gustado compartir mi trabajo y para mí es un orgullo que la gente me considere un referente. Al final en este mundillo todo es aprendizaje, todos imitamos y copiamos”, nos explica por teléfono.

Torres a vista de pájaro

Diez años de imágenes en las que Jose Ángel ha visto crecer desde los cimientos las cinco torres que ahora coronan el cielo madrileño. Se podría decir que, a través de la óptica de su objetivo, él mismo se siente participe de su construcción. Una década que se resumen en muchos disparos –fotográficos–, anécdotas, pocas horas de sueño y mucha planificación. “Cada foto tiene su historia. Algunas son muy planificadas y otras pura improvisación. Todavía me falta una que llevo cinco años intentando conseguir. Quiero que la Luna cubra completamente las torres de Madrid. Eso es muy complicado porque solo hay un par de sitios desde donde se pueda hacer. Yo me he ido hasta Ávila para hacer fotos, es decir, a 63 kilómetros de distancia. Son fotos que he estado planificando durante meses y siempre existe la posibilidad de que cuando llegue el momento de disparar las condiciones no sean las adecuadas”, explica.

“No entiendo cómo no se aprovechan esos espacios de los rascacielos al igual que ocurre en otras ciudades como Nueva York”

Y es que si en algo hace hincapié el fotógrafo es en lo complicado que resulta conseguir una de sus preciadas postales. Aparte de tener una paciencia casi infinita, Jose Ángel también ha tenido que lidiar con el vértigo –si es que alguna vez lo tuvo– y la burocracia. “He intentado subir a las torres y en todas te ponen problemas. No entiendo cómo no se aprovechan esos espacios de los rascacielos al igual que ocurre en otras ciudades como Nueva York. La mayoría pertenecen a empresas que no quieren gastarse el dinero en eso, pero estoy convencido de que tendría muchísimo éxito”, asegura. 

Pese a ello, JaiCano ha conseguido superar todas las barreras y conquistar alguna que otra cumbre, por mucho que ésta fuera de hormigón. En 2020 realizó varias fotografías desde la azotea de la Torre Caleido –la de más reciente construcción– que ya son historia de Madrid. “Me autorizaron para hacer fotos desde la grúa en el momento en que la estaban construyendo. Tardé 40 minutos en subir. Son fotos únicas, a 190 metros de altura, y ahora ya no se pueden hacer porque ya no se puede subir. Tuve que aclarar que todo era legal y estaba autorizado. A mí nunca se me ocurriría subirme a una grúa para hacer fotografías. Todas las fotos que he hecho desde terrazas o azoteas es con autorización”, matiza. 

Broche final

Ahora, Jose Ángel Izquierdo corona su particular skyline con un libro titulado ‘Titánides: Diez años retratando las torres de Madrid’, en el que recoge algunas de sus fotografías más impresionantes y curiosidades técnicas sobre las mismas. “El nombre de Titánides hace referencia a los Titánes, los seres mitológicos de la antigua Grecia que precedieron a los dioses olímpicos. El título tenía que reflejar la grandeza, fuerza y magnitud de los rascacielos. Quería huir de convencionalismo y a la editorial le pareció bien el nombre”, explica. El libro, que ya se encuentra en fase de producción, recaudó en pocas semanas más de 13.000 euros a través de una campaña de crowdfunding. Sin embargo, todo el que quiera aún puede aportar su pequeño granito de arena y conseguir su ejemplar apoyando el proyecto como mecenas y una contribución mínima de 35 euros. 

Torres de Madrid

Un cierre de etapa a la altura de su obra que ha permitido a JaiCano centrarse en otro tipo de fotografía ligeramente diferentes. Aunque sigue teniendo a las cinco rascacielos madrileños en su mira, su colección de siluetas ha despertado la curiosidad de más de uno, incluyendo la del jugador de la NBA Juancho Hernán Gómez, modelo en una de ellas. “En mi afán por buscar fotografías diferentes de un mismo elemento, se me ocurrió meter siluetas de personas en un primer plano. Intentaba contactar con acróbatas, bailarinas, escaladores… Al principio muchos eran reticentes, pero luego veían el resultado y les encantaba. Lo de Juancho surgió en un contexto de broma. Tenemos varios conocidos en común y de coña comenté que se lo propusieran. Una cosa llevó a la otra y un buen día estaba con Juancho haciendo fotos. Fue un honor, participamos de un gran día y nos reímos mucho”, finaliza. 

Torres de Madrid

Fotografía: Jose Ángel Izquierdo (@JaiCano)