Aunque el vídeo erótico filtrado de Kim Kardashian sea el más célebre y más vendido de la historia, el de esta pareja de superestrellas de los 90 siempre será el primero. Pamela Anderson y Tommy Lee inventaron la viralidad en Internet por culpa de una grabación privada de 1995 en la que aparecían teniendo sexo durante su luna de miel. Por aquel entonces, no existían las redes sociales y solo 40 millones de personas tenían acceso a Internet —frente a los 4.000 millones de hoy—, por lo que la única información que se podía obtener de la vida privada de los famosos era a través de las revistas o de los paparazzi.
En ese contexto, los escándalos no eran tan habituales, pero había ciertos famosos más proclives a ellos. La actriz de ‘Los vigilantes de la playa’ y el batería de la banda Mötley Crüe estaban en ese grupito. La pareja se conoció en la Nochevieja de 1994 en el club Sanctuary de Los Ángeles, del que ella era copropietaria, pero no tuvieron su primera cita hasta seis semanas después. Eso sí, a las 96 horas de ese primer encuentro ya estaban casados y listos para disfrutar de una ardiente luna de miel a bordo de un yate por el lago Meed del río Colorado.
El vídeo de la polémica se grabó en la noche de bodas, una cinta de 54 minutos de alto contenido sexual, “aburrida” según Lee, que luego guardaron en una caja fuerte en el garaje de su mansión. Sin embargo, la película amateur acabó viendo la luz ese mismo año y ninguno de los protagonistas fue el responsable directo, tal y como acabó revelando la revista Rolling Stone en un artículo de 2014. Y precisamos lo de directo porque si no hubieran cabreado a uno de sus empleados, probablemente nunca se hubiera sabido de su existencia.
Derechos de autor
El responsable de la filtración fue su electricista, un ex actor porno llamado Rand Gauthier que decidió robarles la caja fuerte después de que Tommy lo echara escopeta en mano y dejándole a deber dinero de una reforma. El ex trabajador, que sabía dónde estaban todas las cámaras de vigilancia porque las había instalado él mismo, estudió todos los pasos del matrimonio y entró en la propiedad a las tres de la madrugada camuflado con una manta y se hizo con el botín.
Pero, para su sorpresa, en su interior, además de joyas y armas, encontró la cinta. Ni corto ni perezoso, el ladrón se dispuso a vender el material con la ayuda de un tal Milton Ingley, pero como las distribuidoras no querían lidiar con la inminente demanda, tuvo que recurrir al crimen organizado. Un capo llamado Louis ‘Butchie’ Peraino le prestó 40.000 euros para que moviera el vídeo por Internet, así que Gauthier compró varios dominios y colgó imágenes fijas. De esta forma, los interesados enviaban dinero a una empresa en Canadá y luego recibían la película. Lo que no tuvo en cuenta el ladrón es que los clientes también podían hacer sus propias copias.
Como se veía venir, cuando Tommy y Pam se enteraron, presentaron una demanda de más de 8 millones de euros contra todos los que pensaban que podrían tener una copia, pero ya era demasiado tarde. Al final decidieron darle los derechos a Seth Warshavsky, propietario de la página para adultos Club Love, a cambio de que solo la emitiera en su web. Pero el empresario no cumplió el trato y el filme acabó en todas partes hasta convertirse en el primero en ser estrenado en streaming.
La miniserie de la polémica
Pamela y Tommy fueron víctimas y beneficiarios de la viralidad. El escándalo revitalizó sus carreras y les convirtió en las personas más famosas del mundo, pero no logró salvar su matrimonio, que acabó en divorcio en 1998. Y Gauthier, después de hacer negocio, volvió a ser electricista. Ahora, una serie de Hulu protagonizada por Lily James, en el papel de Anderson, y Sebastian Stan, en el de Lee, volverá a hurgar en su traumático pasado juntos. ‘Pam & Tommy’ se estrenará el próximo 2 de febrero y promete hacer mucho ruido. Nostalgia noventera de alto voltaje.
**Artículo originalmente publicado en el número 55 de Vis-à-Vis. Pide tu ejemplar en papel en tienda.ploimedia.com o descarga la edición digital interactiva para iOS o Android.