La historia de amor de Ana Milena Hernández y Christophe Penasse ha consolidado una idea que no se entendería sin ninguno de los dos. La pasión por su trabajo. Hace 13 años Ana estaba estudiando interiorismo y Christophe trabajaba en el departamento comercial de una multinacional alemana. Ante la falta de oportunidades de ella y las aspiraciones empresariales de él, “le propuse a Ana montar nuestro propio estudio. Así empezó nuestra aventura llamada Masquespacio“, nos cuenta Christophe Penasse sobre este reconocido proyecto.
Masquespacio es un estudio de diseño ubicado en Valencia pero con aspiración internacional. Prueba de ello son sus impecables trabajos fuera de nuestras fronteras gracias a su particular impronta. “Es importante para nosotros que cada proyecto sea único y que suponga un nuevo desafío. Preferimos no aceptar el trabajo si no hay un reto de hacer un diseño innovador. Esta es la única forma con la que conseguimos sorprender al consumidor en cada momento e impulsar la marca como lovemark”, explican.
En ese afán por romper con los esquemas tradicionales está uno de sus más recientes trabajos, la hamburguesería Bun en Milán. “Con este proyecto, hemos intentado alejarnos de la estética habitual de las hamburgueserías con una identidad más sofisticada, pero a su vez más fresca y joven”.
Aunque casi todos sus encargos más importantes tengan que ver con el diseño de restaurantes —en su currículum se encuentra el Nozomi Sushi Bar, el restaurante La Sastrería y el restaurante Piur, todos en Valencia, o el gastrobar Vino Veritas en Oslo y el Bar Torö Ibiza—, también se han atrevido a transformar residencias de estudiantes, como la Resa San Mamés de Bilbao, una tienda de gafas en Bogotá, el singular espacio de coworking Cabinette y la espectacular tienda de Cuadernos Rubio, ambas en Valencia. Pero aún tienen un proyecto más ambicioso: hacer su propia casa. Estamos deseando verla.