Si las flores de por sí son un estallido de color y olor, la lavanda es la estrella del verano. Con fechas que varían entre el final de la primavera y los comienzos del verano, según la zona y el clima de cada año, la floración de esta planta de la familia de las lamiáceas es todo un show teñido de morado. Además, la lavanda se usa tanto para fines medicinales como para cosmética y perfumería. Si todavía no has aprovechado ningún verano para verla en todo su esplendor, corre a cualquiera de estos campos antes de que se marchite.
El buen aroma británico
Aquí, debido a su clima, las plantas, aunque comienzan a surgir en junio, suelen mostrarse en su mayor belleza a finales de agosto e inicios de septiembre por lo que, para los despistados, es la mejor oportunidad si el verano se les pasa volando. De hecho, aunque los campos ingleses no son tan populares como los italianos y franceses, muchos expertos coinciden en que la granja de lavanda más bonita del mundo es la de Mayfield Lavender Farm, en Surrey. A tan solo una hora en coche de Londres, esta granja, creada por el ex director de las fragancias Wella UK, Brendan Mayer, es el mayor cultivo orgánico de lavanda de Reino Unido. Allí podrás, además de aprender a cultivar lavanda tú mismo, darte un paseo en tractor por el recinto, probar sus pasteles y tés de lavanda o probar la sidra de lavanda hecha por ellos mismos. Otras granjas que merecen una visita son la de Somerset, la de Kentish y la de Norfolk en la costa este.
Algo pasa en la provenza francesa
Si hay un lugar del planeta que ha hecho de la lavanda su estandarte y principal atractivo es la provenza francesa. Esta región del sureste francés presume de tener algunos de los campos de lavanda más poblados y bonitos del mundo, como el de la abadía de Senanque. Así, miles de turistas viajan cada verano al país galo para realizar las llamadas rutas de la lavanda que atraviesan diferentes zonas de la región, además de asistir a los procesos de cultivo, recolección y procesamiento. También hay muchos mercadillos de productos artesanales obtenidos con ella como jabones y ambientadores e, incluso, tienen museos propios como el de Cabrières-d’Avignon o el de Valensole. La floración varía cada año en función del clima y la variedad de lavanda, pero suele darse entre las últimas semanas de junio y mediados de agosto.
La belleza de la toscana italiana
Italia esconde un montón de rincones únicos, pero, en cuanto a lo natural, sus campos de lavanda son de lo mejorcito. Todo el mundo sabe que los paisajes de la toscana son, probablemente, de lo más bonito de Italia pero, tal vez, no cualquiera sabe que en esta región del centro de Italia también pueden admirarse unos inmensos mares violetas. Además de los jardines y campos de esta zona donde crece como cualquier otra hierba, también hay espectaculares granjas donde la cultivan para fines cosméticos o medicinales. Y es que esta planta puede atenuar los síntomas de la gripe, ser un analgésico natural, favorecer la regeneración celular y ser un antiinflamatorio y desinfectante. Una de las granjas más populares es Casina di Rosa, sobre la costa en Maremma, un lugar donde podrás ver cómo se cocina y se utiliza para elaborar cosméticos así como pasear por sus campos y recibir una sesión de aromaterapia por 110 euros el día. La época para ver todo en su máximo apogeo son los meses junio y, sobre todo, julio.
El esplendor japonés
Pero no solo en Europa se puede disfrutar de estas bellas flores. El país del sol naciente tiene una gran tradición vinculada a la lavanda como demuestran sus impresionantes cultivos. En la bucólica ciudad de Furano, en Hokkaido, encontramos uno de los paisajes estivales con más encanto del país. Concretamente en la granja Tomita, prácticamente un parque temático dedicado a la lavanda, podemos comprar uno de los mejores aceites de lavanda del mundo y disfrutar de una tradición de más de 50 años en el tratamiento de la lavanda u otras coloridas plantas como los tulipanes. Además, en la granja se plantan tres tipos de lavanda que terminan formando un idílico lienzo con tres tonos de morado que puedes contemplar mientras saboreas un helado artesanal de lavanda. Otro destino que merece una parada es el parque municipal de lavanda de Naka Furano donde sus colinas se tapizan de un lila intenso y que puedes admirar desde las alturas si te montas en su teleférico.
En un rinconcito de Chile
Y si para este verano tenías más en mente una escapada a Latinoamérica, ¿por qué no irte al sur de Chile y disfrutar de su continua fragancia a lavanda? Cerca de la ciudad de Frutillar con vistas al volcán Osorno se extiende un vasto terreno con una plantación de más de 3.600 flores de lavanda. En el centro de todo este colorido jardín se alza una casa señorial conocida como Lavanda Casa del té donde puedes reservar para celebrar bodas, bautizos y demás festejos o bien para acercarte a conocer su parque de lavanda y deleitarte con un poco de su mermelada de arándano con lavanda o su clásico pie de limón. Además el sitio es tan deslumbrante y su proximidad al lago Llanquihue lo hacen tan especial que muchos alquilan el espacio únicamente para realizar elaboradas sesiones de fotos.
Una joya morada en España
Si te ha picado el gusanillo de visitar uno de estos paisajes de ensueño pero este año no entraba en tu presupuesto salir de España, calma, en nuestro país también podemos disfrutar de exuberantes campos de lavanda. De hecho, el pueblo de Brihuega, en la provincia de Guadalajara y a solo 93 km de Madrid, es uno de los mejores destinos para admirar la floración de la lavanda. Sin nada que envidiar a la provenza francesa, el Jardín de la Alcarria florece cada año de mayo a julio, aunque el mejor momento para disfrutarlo es la última quincena de julio cuando se organiza el Festival de Lavanda y todo el pueblo tiñe sus calles de violeta, se hacen mercados artesanales con esta planta como protagonista y se organizan rutas y conciertos en medio del propio campo de lavanda. Este año por las circunstancias a causa del Covid-19 no se celebra pero sí puedes visitar el pueblo y los campos colindantes. Y si Guadalajara te pilla algo lejos también puedes disfrutar de la lavanda en la provincia de Valladolid, concretamente en Tiedra, y en el soriano San Felices.