La muerte de Charile Watts ha supuesto un duro mazazo para unos veteranos Rolling que han demostrado no ser de “stone”. A pesar de que tenían previsto comenzar una nueva gira el próximo 26 de septiembre, son muchas las voces que se cuestionan si ha llegado el momento de entonar la última canción. Frente a quienes les reclama una jubilación forzosa, otros les piden que continúen y sigan dando rock and roll al igual que ya hicieron otras grandes bandas en casos similares. Rescatamos algunas de ellas para intentar adivinar qué ocurrirá con el futuro más inmediato de sus “satánicas majestades”.
Brian Jones – The Rolling Stones
Aunque el paso del tiempo haya cerrado las heridas, lo cierto es que no es la primera vez que los Rolling Stones se enfrentan al fallecimiento de uno de sus miembros. El 3 de julio de 1969 el cuerpo de Brian Jones, el más experimental de la banda, fue hallado sin vida en la piscina del apartamento donde vivía. Una muerte en circunstancias extrañas, puesto que la autopsia señaló que se debió a un ahogamiento por un ataque de asma. Sin embargo, las teorías conspiranoicas siempre han apuntado al asesinato.
Un mes antes, Jones había sido expulsado de la banda por su estado físico –tenía depresión y consumía drogas en abundancia– y su mala relación con varios miembros del grupo, especialmente con Richards por líos de faldas. Se difundieron rumores tan locos como que el compositor había sido asesinado por un ajuste de cuentas con narcos, o que mafiosos de la industria musical, hartos de su comportamiento, no querían que el nombre de Brian Jones se vinculara a otros artistas como John Lennon o Jimi Hendrix.
Freddie Mercury – Queen
Se trata de una de las bandas más míticas de la historia de la música. Sobre ellos se han hecho películas, escrito libros y versionado canciones hasta la saciedad. Como grupo lo tenían todo, fueron precursores en muchos sentidos, pero la trágica muerte de su vocalista, Freddie Mercury, en 1991 como consecuencia del SIDA, supuso su broche final como Queen. Al menos, en lo que a éxito se refiere.
La pérdida de su carismático líder hizo que John Deacon, el bajista, se retirara para siempre de la música y que Brian May y Roger Taylor probaran suerte con nuevos compañeros. La banda intentó remontar el vuelo con una nueva voz e imagen, pero su música nunca volvió a sonar del mismo modo. ¡EEEEEEOOOOO!
Chester Bennington – Linkin Park
El 20 de julio de 2017 el mundo de la música se estremeció al conocer la muerte de Chester Bennington, vocalista de Linkin Park. La fuerte depresión que sufría desde hace tiempo hizo que decidiera terminar con su vida ahorcándose en su casa de Palos Verdes, California.
El futuro de la banda de rock alternativo parecía sentenciado, pero que el pasado mes de abril el bajista Dave Farrell reveló que Linkin Park estaba trabajando en nuevas canciones y sonidos. Solo el tiempo dirá si el grupo es capaz de volverá tocar en directo sin su vocalista, ya que más allá de la confirmación del reencuentro, Farrell no aclaró si esos nuevos temas verían la luz algún día.
Ian Curtis – Joy Division
Corrían los años dorados del punk en Reino Unido y los jóvenes de aquella generación necesitaban ritmos corrosivos y esquizoides que les permitiera gritar a la rebelión con descaro y sin tapujos. De aquel maravilloso cóctel nació Joy Division, una de las bandas más influyentes del post-punk británico.
Liderados por su vocalista, Ian Curtis, su sonido se caracterizaba por ritmos siniestros y por letras llenas de alusiones a la depresión y la muerte, producto de la epilepsia que sufría el propio cantante. Tan solo cuatro años después de su fundación y cuando estaba prevista su primera gira por Estados Unidos, Curtis, debido a la depresión y sus fuertes crisis de epilepsia, se ahorcó mientras escuchaba el disco ‘The idiot’ de Iggy Pop.
Tras su muerte, el resto de la banda –Bernard Sumner, Peter Hook y Stephen Morris– formó New Order, llegando a ser uno de los grupos más influyentes de la década de los 80 por su sonido dance y la influencia de su convulsa experiencia como Joy Division.
Cliff Burton – Metallica
Un trágico accidente de tráfico después de un concierto del grupo en Estocolmo, se cobró en 1986 la vida del bajista Cliff Burton a la temprana edad de 24 años. Según la versión del conductor que trasladaba al grupo en autobús, una placa de hielo hizo que el vehículo derrapara y volcara. La muerte del bajista provocó que el grupo tuviera que cancelar la gira de aquel año y recapacitar respecto a su futuro.
Finalmente, tras consultarlo con la familia de Burton, decidieron continuar con Metallica y reclutar a un nuevo bajista. Después de examinar a más de 40 candidatos, eligieron a Jason Newsted, quien estaría en la banda los siguientes 15 años. En 2009 Cliff Burton fue incluido en el Salón de la Fama del Rock and Roll junto a sus compañeros de Metallica y 2011 la revista Rolling Stone le calificaría como el noveno mejor bajista de todos los tiempos.
Bon Scott – AC/DC
La llegada del cantante Bon Scott a AC/DC fue clave para que la banda australiana se convirtiera en una de las más grandes de la historia de la música. Scott ayudó a fomentar una imagen violenta y rebelde del grupo que para el marketing de la época era oro. Durante años AC/DC no hizo más que generar éxitos hasta que en 1980, tras una noche de desenfreno por Londres, Scott fue hallado muerto en su vehículo como consecuencia de una intoxicación etílica.
Tras su muerte la banda se planteó si seguir o no, pero finalmente optaron por fichar a Brian Johnson. Él lideraría la grabación de ‘Back in Black’, una dedicatoria musical a su difunto compañero,que terminaría convirtiéndose en el álbum más vendido de la historia del rock y el cuarto más vendido de la historia de la música.