El pasado viernes el mundo de la moda se conmocionaba al enterarse de la muerte de Rick Genest (1985, Montreal) a quien todos conocían por su apodo de Zombie Boy. La cantante Lady Gaga daba la noticia desde sus redes sociales mostrando su profundo malestar por la pérdida de su amigo. Fue ella quien le dio la fama mundial al protagonizar junto a él el videoclip de ‘Born this way‘. Pero antes ya había tenido tiempo de desfilar para Thierry Mugler y aparecer en la película ‘El circo de los extraños‘.
Out of respect for Rick's family, Rick & his legacy I apologize if I spoke too soon as there was no witnesses or evidence to support any conclusion for the cause of his death. I in no way meant to draw an unjust conclusion My deepest condolences to his entire family and friends. pic.twitter.com/CJ9AdOJ22j
— Lady Gaga (@ladygaga) August 4, 2018
Rick sufrió un tumor cerebral cuando era un niño que le fue extirpado a los 15 años. Durante todo el tiempo que estuvo ingresado las posibilidades de morir o quedar desfigurado eran elevadas. Años después, el propio modelo admitiría que en esta etapa empezó su interés por lo macabro. Tras superar la enfermedad, se hizo su primer tatuaje a los 16 años: una calavera y unas tibias cruzadas en el hombro izquierdo. Algo que no fue demasiado bien visto en su casa, pese a que ya estaban habituados al estilo gótico de Rick. Tras discutir con sus padres se fugó de casa y pasó a vivir en los tejados de Montreal, su ciudad natal.
Mientras vivía en edificios abandonados, el joven Rick se fue sumergiendo en el punk underground de la ciudad y no había fiesta a la que no acudiera. El apodo de Zombie Boy se lo dieron sus compañeros de juergas debido a su amor hacia el punk y los cráneos. Un mote que le vino como anillo al dedo a medida que su pasión por tatuarse aumentaba. Llegó a cubrir el 90% de su cuerpo con tinta y la mayoría de los tatuajes se los pagó mendigando o por amigos que se los hacían gratis. Tanta aguja y tinta le hizo entrar en el Libro Guiness por ser la persona con más insectos y huesos tatuados en el cuerpo.
El tatuaje más largo fue el de su pierna derecha que le costó seis horas de sesión. Pero el artífice de Zombie Boy tal como lo conocemos fue Frank Lewis. Este tatuador canadiense fue quien se encargó de unir todos los tatuajes diseminados de Rick en un mono único. También fue el encargado de darle el nuevo aspecto a su cara. El modelo estaba a punto de cumplir los 21 años y no se lo pensó dos veces: quería completar su transformación. Acababa de nacer una estrella de la moda.
be a warrior, not a worrier #zombieboy pic.twitter.com/stnw7AMZkM
— Zombie Boy (@ricothezombie) January 25, 2017
Su fama fue en aumento y todo el mundo se paraba a observarle por la calle. Su imagen característica atrajo pronto la atención del mundo de la moda y el cine. Comenzó a posar para diversos fotógrafos y un día Nicola Formichetti, director creativo de Diesel y editor de Vogue en Japón, se puso en contacto con él. Le ofreció aparecer en la revista y Rick aceptó sin dudarlo. El joven que participaba en freak shows callejeros en los que comía bichos por dinero saltaba a las páginas de moda.
Además, Formichetti lo introdujo en las pasarelas con la firma Mugler y le abrió las puertas del éxito al incluirlo en el videoclip ‘Born this way’ de Lady Gaga. Y también apareció en varias películas como ‘El circo de los extraños‘ o ‘47 Ronin: La leyenda del Samurái‘ junto a Keanu Reeves. Pero, pese a lo prometedora que parecía, su carrera comenzó a decaer a partir de 2013. Su imagen era de sobra conocida y ya había sido explotada al máximo. Tras su muerte, que aún plantea dudas sobre si fue accidente o suicidio, el foco a vuelto a este rebelde que rompió moldes y demostró que la belleza depende del ojo de quien la mire.