Si algo ha aprendido en los pocos –pero intensos– años que lleva siendo un personaje público es que la clave está en relativizarlo todo, incluso el odio. “Es verdad que es muy difícil aguantar según qué criticas y comentarios y me llegué a plantear dejarlo, pero tampoco puedo dejar que ellos conduzcan mi vida y que decidan por mí. He aprendido a tomármelo con más calma”, asegura esta joven catalana que prefiere definirse como empresaria antes que influencer, a pesar de contar con 1’3 millones de seguidores en Instagram. “Muchas veces digo que soy influencer, pero esa palabra conlleva muchas cosas. ¿Influencer de qué? ¿En qué influencias? Dentro de esto, ¿en qué te especializas? Me considero empresaria porque tengo y gestiono una empresa y dentro de la comunicación toco varias cosas”, explica sobre su cuestionada profesión. Lee la entrevista completa aquí.
Laura Escanes o cómo ser influencer en tiempos de haters
A sus 23 años, sabe muy bien lo que es vivir constantemente bajo el foco mediático.