1. Si llegas por la tarde, deléitate con un atardecer mágico
Seguro que, si te decimos que este faro es el protagonista de la película ‘Lucía y el sexo’, sabes de lo que estamos hablando. Es Cap de Barbaria, situado en el extremo sudoeste de la isla, es la elevación rocosa situada más al sur de todas las Islas Baleares, ya que es el punto geográfico más cercano a las costas africanas. Este faro es un punto de reunión donde contemplar maravillosas puestas de sol y las vistas del mágico islote Es Vedrá.
2. Al día siguiente, contempla la Posidonia de cerca
La tranquilidad y nitidez de las aguas de Formentera, gracias a la Posidonia Oceánica –declarada Patrimonio Mundial por la Unesco en 1999–, hacen que la isla sea el lugar perfecto para los amantes del submarinismo y de la fotografía subacuática. La pradera que ocupa el litoral de Formentera abarca alrededor de 7.650 hectáreas, pero la contaminación de las aguas, que dificulta la fotosíntesis de esta planta, y el fondeo de barcos, que las arranca del fondo marino, hacen que mantener intacto un espacio tan extenso sea complicado. Por eso, su conservación es una prioridad para la isla; de hecho, el proyecto Save Posidonia Project tiene como objetivo protegerla y concienciar sobre el papel que juega en el ecosistema marino. ¿Quieres conocerla de cerca? ¡Pues échate al agua, porque tienes actividades de snorkel o submarinismo a punta pala!
3. Recupera fuerzas mientras ves romper las olas
Sobre las aguas de Es Caló se encuentra Can Rafalet, un restaurante de toda la vida donde comer es algo más que un placer. Si buscas disfrutar de la auténtica cocina marinera de Formentera, este es tu sitio. Ensaladas, arroces, pescados, carnes, mariscos o fideuás, una amplia carta para degustar mientras contemplas las vistas que van desde La Mola hasta las costas de Ibiza.
4. Saborea y degusta los vinos locales
En los 84 kilómetros cuadrados de superficie que tiene esta isla, la tierra también da sus frutos en forma de viñedos. En el altiplano de La Mola –a unos 200 metros de altitud– se encuentra la bodega Terramoll, donde se cultivan las variedades Monastrell, Merlot, Cabernet Sauvignon, Syrah, Viognier, Malvasía, Garnacha blanca y Moscatel de grado menudo. Esta bodega elabora seis tipos de vinos, producidos a partir de agricultura ecológica, y, de mayo a septiembre, ofrece una ruta por los viñedos y una degustación con aperitivo a base de productos locales. Toda una experiencia gourmet.
5. Pon rumbo hacia el Faro de La Mola
Con esta ruta viajarás en el tiempo, casi cien años atrás, y descubrirás el carácter rústico del paisaje. La ruta discurre entre campos hasta llegar al Faro de La Mola, situado en el extremo este de la isla, al borde del acantilado. Junto a él se encuentra un monolito en honor al escritor Julio Verne por la mención que hace de la isla y el faro en su obra ‘Hector Servadac, viajes y aventuras a través del mundo solar’. ¿Sabías que muchos visitantes consideran el Faro de La Mola como el “faro del fin del mundo”?
Info de la ruta: empieza en la localidad Pilar de La Mola; andando son unos 35 minutos y, en bici, 10-15 minutos. El recorrido total son 2,8 kilómetros.
6. Disfruta de la Feria Artesanal de La Mola
A más de 100 metros de altura, y rodeada de acantilados, la meseta de la Mola es el núcleo urbano más aislado de la isla, aunque los miércoles y domingos (de mayo a octubre) por la tarde se convierte en uno de los lugares más concurridos de Formentera. ¿El culpable? El mercado de artesanía, idóneo para adquirir auténticas piezas de arte y muestras de artesanía tradicional y local y, a su vez, conocer en persona a los artistas –residentes en la isla–.
7. Cena en un jardín secreto
En la carretera hacia Cala Saona se encuentra este paraíso donde podrás disfrutar de una noche mágica. Guirnaldas con pequeñas luces, decoración floral y mesas con mucho encanto que te harán vivir la isla de una forma única. A Mi Manera te ofrece un ambiente íntimo al aire libre contemplando los cultivos que vas a encontrar como ingredientes en las creaciones del chef. Un verdadero viaje a través de los aromas y los sabores de Formentera.
8. Y, si quieres, desconecta, pero de verdad
Como colofón de este viaje, te diremos que si realizas esta escapada a finales de septiembre, recién entrado el otoño, igual tienes la suerte de toparte con el Formentera Zen, un evento dedicado al bienestar holístico en el que disfrutar de masterclass, talleres y charlas sobre psicología, sexología, nutrición, batchcooking, dermatología, bienestar en el hogar, ejercicio físico, baile, yoga, neurociencia, meditación… Para salir renovado/a por dentro y por fuera.