Los hay fieles a los sabores de siempre como la vainilla, el chocolate y la nata; los que prefieren lo exótico y se decantan por el gusto frutal e, incluso, floral; y los que se arriesgan con extrañas combinaciones como el sabor a paella, soja y té Matcha. Pero lo que está claro es que a nadie le disgusta un refrescante helado, más en estos días en los que el mercurio sobrepasa los 35ºC. Por eso, te traemos algunas de las mejores heladerías del mundo para que no te quedes sin tu antojo estival.
Italia, la maestra por excelencia
Sin duda, la cuna del helado es la capital italiana, donde décadas de tradición avalan una elaboración artesanal única e insuperable. Si la pasta y la pizza son un must a la hora de degustar la gastronomía italiana, el helado no se queda atrás. Entre todos los sublimes locales donde disfrutar de un suculento helado, Gelateria Dondoli, ubicada en un pequeño pueblo de la toscana llamado San Geminiano, es una de las mejores opciones. Regentada por Sergio Dondoli, uno de los heladeros más prestigiosos del país y que ha recibido el premio MAM como Maestro de Arte y Oficio, tiene como punto fuerte el helado de Crema di Santa Fina, con sabor a azafrán y elaborado con violetas amarillas, aunque tiene otros muy buenos como el de requesón y arándanos.
Por otro lado, muy próxima a la florentina Piazza della Signoria, encontramos Perché no! Gelato!, que desde 1939 prepara helados con ingredientes naturales y sin conservantes ni colorantes. Los sabores más exóticos que encontramos son el de raíz de jengibre y sésamo o el de lavanda y rosa, aunque hay otros que no puedes perderte como el de nata y cerezas o su cremoso de pistacho. Y ya en la capital tenemos la Gelateria Petrini, para los que busquen un helado más típico como el de chocolate negro, el de turrón de avellanas blancas y el de stracciatella.
El buen gusto francés
Aunque Italia sea la que ostente el título de patria heladera, lo cierto es que en Francia no se quedan atrás en cuanto a tradición y savoir faire. La heladería parisina Berthillon es una de las más antiguas del país. Desde 1954, este local ofrece helados muy bien de precio y preparados cada mañana con leche fresca e ingredientes como frutas, cacao de Costa de Marfil y vainilla de Madagascar. Además de helados clásicos como el de vainilla y ron con texturas untuosas, también sirven refrescantes sorbetes de frutas. Un glace à Paris es otra de las heladerías que, desde su apertura en 2015, ha conquistado a los parisinos. Su maestro heladero, Emmanuel Ryon, ganó los Premios a la excelencia Relais Desserts con sus sabrosísimos helados como el de remolocha y limón o el de cereza negra y té de jazmín.
Pero no todo lo bueno en la capital, ya que una de las heladerías más prestigiosas de toda Francia está en Bayona. Según los expertos, la heladería Thierry Bamas, situada en esta localidad del sur de Francia, elabora algunos de los mejores helados. No en vano, ha ganado prestigiosos premios como la Copa del Mundo del Helado que se celebra en Rímini. En este establecimiento apuestan por los clásicos. De hecho, una de las estrellas de su carta es el helado de vainilla, cocinado con Vainilla y azúcar de Madagascar, a la que añade azúcar rojo con regusto a regaliz.
Naturalidad alemana
Alemania también tiene buena tradición heladera. Lo germanos adoran el helado y se estima que, de media, toman 8 litros de helado al año. Por eso no es de extrañar que en todo el país existan cerca de 9.000 heladerías. Muchas de ellas apuestan por los ingredientes naturales, bio e, incluso, algunas se especializan en productos veganos. Es el caso de la heladería de Bochum y Düsseldorf I am love, que ofrece muchos sabores como mango, chocolate y pistacho y siempre en opciones sin gluten, sin azúcar y para veganos. En Hamburgo también encontramos Eis Schmidt, una de las mejores heladerías de la ciudad que solo usa leche de vaca orgánica y tiene muchos sabores en opción vegana, así como unos gofres también 100% vegetales para acompañar al helado.
En la capital tienen casi tantas heladerías como farmacias y encontramos más de 500 comercios por toda la ciudad. Oak & Ice es uno de estos locales que, con productos locales y sin ningún tipo de químico ni colorante, preparan helados 100% naturales con muchas frutas como la calabaza picante, el kiwi o el coco. Otra heladería berlinesa que en los últimos años ha ganado mucha popularidad en la ciudad es Fräulein Frost,cuya carta tiene mezclas tan sorprendentemente deliciosas como la de pepino, menta y limón.
En Estados Unidos, todo a lo grande
No es de extrañar que un país tan amante de la comida rápida e hipercalórica apueste por helados cargados de toppings, siropes y tamaño king size. Una de las ciudades más heladeras es Nueva York, que tiene una gran oferta de todo tipo de tipos, sabores y presentaciones. Si te dejas caer por la Gran Manzana, una visita obligada es Ice Cream Factory. Una tienda de Chinatown que desde hace más de 30 años ofrece cremosos helados al más puro estilo americano pero con un toque oriental, con sabores innovadores como el de té verde. Y si seguimos con el toque oriental, podemos probar los populares helados enrollados de Tailandia en el neoyorquino 10Below. Aunque si eres bien goloso, lo mejor es que te pases por WowFulls y pruebes sus gofres con helados y cargadísimos de toppings.
Pero no todo se queda en Nueva York. En Nueva Orleans podemos viajar en el tiempo al cruzar las puertas de Creole Creamery, un local ambientado en los años 50 con grandes raciones de sabores tradicionales, pero también propuestas más originales como el postre danés relleno de bayas azules. Y si buscas una opción mucho más healthy y natural, Moomers Homemade Ice Cream en Michigan es de los mejores lugares que puedes visitar. Una finca de ganado lácteo donde procesan y elaboran sus propios helados ofreciendo más de 120 sabores entre los que elegir. Además, tienen muchas variaciones, como helado con ralladura de chocolate y trocitos de bizcocho o con frutas naturales.
Japón es otro mundo
Asia nunca deja de innovar, tampoco en lo que a helados se refiere. En el país del sol naciente podemos encontrar heladerías como Nanaya Suzukien, en Tokio, donde, según dicen, hacen el mejor helado de té Matcha del mundo. Y si lo que queremos es un helado de sésamo, la mejor opción es pasar por Gomaya Kuki, en el barrio de Omotesando, donde los hacen de sésamo blanco o sésamo negro. También en la capital encontramos Japanese Ice Ouca, especializado en helados con forma de animales y sabores frutales, de judía roja o soja, entre otros. Además, puedes probar el kakigori, el típico postre helado nipón que consiste en hielo picado convertido en nieve de hielo al que se le ponen siropes, dulces o frutas.
Argentina te deja helado
Argentina tiene una gran influencia de Italia. La inmigración y el intercambio cultural constante entre ambos países ha dejado una gran huella en su elaboración heladera, con heladerías que nada tienen que envidiar a las romanas. En Buenos Aires destaca Cadore, una de las más antiguas y considerada una de las 10 mejores heladerías del mundo. Como no podía ser de otro modo, uno de los helados estrella del local porteño es el de dulce de leche, pero también tienen otros como el de chocolate amargo, el de maracuyá o el de panettone. Y si te pierde el chocolate lo mejor es que te dejes caer por Un’altra volta, una heladería con gran influencia italiana que, entre muchos otros sabores, ofrecen más de ocho tipos de helados de chocolate distintos.
Aunque la que te dejará boquiabierto y te hará probar uno tras otro de sus helados es Goodstën Creamery, una casona reformada con un aire modernista donde preparan helados en el momento sobre una piedra helada para después añadirte gran variedad de toppings. Tienen, además, grandes cookies rellenas de helado y helados de postres típicos argentinos como el sambayón, la crema de queso o la frutilla a la crema.
El lado más loco de España
Con tan buenas heladerías por todo el mundo, nuestro país no iba a quedarse atrás. Pero entre todas las exquisitas heladerías de España, vamos a centrarnos en las más innovadoras por su presentación o sabores. En esto de los gustos, la cadena valenciana de heladerías Llinares ofrece sabores tan peculiares como el de tortilla de patatas, gazpacho, dónut o fabada. En Sevilla, sin embargo, prefieren crear helados de azafrán, aceite de oliva o azahar, como hacen en La Fiorentina. Y luego está el maestro heladero Andrés Sirvent, que en su heladería riojana de Calahorra prepara más de 120 helados distintos, algunos con sabores tan peculiares como de pimiento de piquillo, apio o aceituna verde.
Pero no solo se apuesta por sabores extraños, sino también por curiosas presentaciones como las del chef Jordi Roca en su restaurante Rocambolesc. En sus cinco heladerías distribuidas por Madrid, Barcelona, Alicante y Girona, el cocinero prepara helados que introduce en un pan brioche, en2 lntre muchas otras creaciones. Y si además de un buen helado quieres todo un espectáculo, haz una visita a la heladería madrileña N2 Lab. En este local de Chueca te preparan con nitrógeno líquido tu helado en el momento, los conocidos como “nitrolados”. Vamos, que tienes para probar un helado nuevo cada día de verano.