Esta histórica casa de perfumes y jabones portugueses ya era un estandarte del estilo vintage mucho antes de que lo vintage estuviera ni siquiera de moda. Fundada en 1887 por dos inmigrantes alemanes, Claus Porto es famosa internacionalmente por sus jabones hechos a mano con fragancias que se basan en ingredientes de la exuberante campiña portuguesa.
El proceso de elaboración tradicional que se sigue a día de hoy consiste en moler siete veces el jabón, con lo que se obtiene un jabón más denso y duradero, y en dejarlo secar al aire libre durante semanas. De esta forma, las pastillas permanecen compactas y no se agrietan, además de conseguir que el perfume dure hasta el final. Y, por último, se moldean y envuelven a mano una por una.
En cuanto a los ingredientes, encontramos aceites 100% vegetales como el de coco, sándalo o la manteca de Karité, todos ellos especialmente indicados para proteger y nutrir la piel. Pero si algo hace reconocibles a los productos de esta firma lusa, entre los que también hay colonias, velas o cremas de afeitado, es su packaging, ilustrado con etiquetas inspiradas en el Art Déco europeo de los locos años 20.
Claus Porto distribuye en más de 60 países, aunque solo tiene tres tiendas físicas: en Oporto, en Lisboa y en Nueva York. Esta última fue inaugurada a principios de febrero de 2018 en el barrio de Nolita, donde se encuentran algunas de las mejores y más bonitas boutiques de la Gran Manzana. Y la de la firma portuguesa no iba a ser menos. El diseño es un homenaje a la arquitectura y artesanía de su país de origen en el que los jabones se exponen como si fueran piezas de museo. No es para menos.