Poliédrica es la palabra que mejor define a Itziar Castro (Barcelona, 1977). La actriz se atreve con todo y, además de ser ya un rostro popular y aclamado de nuestro cine y televisión, dirige, produce y, ahora, acaba de publicar su primer poemario, ‘Con el corazón por delante‘. Un libro de poemas sobre el amor y desamor pero que rechaza el romanticismo tradicional porque, pese a haber nacido un 14 de febrero y ser muy romántica, Itziar rehúye de ese romanticismo impostado. “El romanticismo es, sobre todo, amarse a una misma y querer bien. No lo que nos han vendido de voy a morir por ti”, zanja contundente. Y, sobre todo, mostrarse tal y como uno es. De hecho, nos concede esta entrevista tal y como vino al mundo.
Acabas de publicar tu primer poemario, ‘Con el corazón por delante’. ¿Ir siempre con el corazón en la mano puede ocasionar problemas?
Ir con el corazón por delante te hace ser tu misma al 100% y eso, a veces, hace que duela un poquito y que te expongas más de lo habitual.
¿Cómo ha sido iniciarte en poesía?
Llevo escribiendo poesía desde siempre, desde hace más de 20 años. Es una necesidad básica mía y escribo como una catarsis personal. Entonces, no es que me inicie, sino que ahora se pone en papel y mucha gente lo sabe.
Todavía hay gente que ve la poesía como un género de antaño. ¿Habría que reformularla para hacerla más atractiva?
Hay esta cosa de que la poesía es densa e intensa, pero creo que hay muchos tipos de poesía y se puede hacer una poesía fresca, directa y más moderna, como han demostrado poetas como Marwan o Elvira Sastre. Yo soy un poco de este estilo. Bajo una aparente sencillez de escritura hay un subtexto que es lo que me interesa a mí, también, como actriz. Lo que no se dice más que lo que se dice. Además, en el libro hay unos códigos QR en los que te salgo yo en un vídeo recitándote el poema y creo que eso también es importante, hacerlo interactivo y cercano.
“No concibo nada sin humor”
¿Llamar poetisa a una mujer sería una forma de machismo?
Mira, las palabras tienen la fuerza que nosotros les queramos dar. En este libro, además, queda bastante claro. Los insultos y todo lo que nos pueda llegar a doler en las palabras lo tenemos que relativizar y tenemos que darle la vuelta. Es lo que siempre he hecho con las palabras. A mí no me hacen daño las palabras porque, o les doy la vuelta, o las hago ir a mi terreno. Por lo tanto, a mí me puedes llamar poeta, poetisa o lo que quieras.
¿En qué ha cambiado tu forma de ver el amor de la adolescencia a los 40 años?
En los poemas hablo de amor y desamor, pero no solo romántico y de amantes, sino también a la familia, a los amigos, a la profesión, a la gente que me ha inspirado y a mí misma, que es lo más importante. He aprendido cómo quererse a una misma para querer bien a los demás.
En muchos poemas usas la ironía. ¿Algún momento duro en el que el humor haya sido un salvavidas?
No concibo la vida sin humor, no concibo nada sin humor. El humor forma una parte básica para mí. El humor y el amor van unidos junto con el dolor y, evidentemente, ha habido muchísimos momentos en los que el humor me ha ayudado como salvavidas y como terapia en momentos difíciles.
Al desnudo y sin tabúes
En este libro te desnudas, al igual que has hecho en películas y fotografías.
En este libro me desnudo físicamente y, sobre todo, de alma, que es a lo que la gente no está acostumbrada. Eso da mucho más miedo y vértigo que el físico. A mí el físico no me importa.
Mostrarte tal y como viniste al mundo en más de una ocasión, ¿es una batalla personal contra la dictadura de los cuerpos normativos?
La gente se lo toma como una reivindicación pero en realidad es que soy yo misma. A mí me gusta estar desnuda. De hecho, ahora mismo estoy desnuda haciendo la entrevista. Hay como un pudor con el físico que yo no tengo. Me da más pudor desnudar el alma y, por eso, este es un ejercicio para mí más valiente que haberme desnudado en fotos o en películas.
“El hecho de ser una persona que está fuera de la norma hace que haya menos personajes para ti”
También has tenido que sortear alguna vez la censura de Instagram y has protestado en contra del veto de los pezones femeninos.
La censura, en general, me parece lo peor. Yo soy de las que abogo por la libertad y las libertades. Los pezones se ve que no son iguales para hombres que para mujeres, entonces ahí es donde hay otra discriminación, no solo del físico, sino del femenino. ¿Por qué un pezón femenino no se puede ver pero uno masculino? Hay todo un tema de sexualizar los pezones femeninos que, además, sirven para alimentar. No se pueda poner una madre alimentando a su hijo y, en cambio, pueda salir violencia. Me parece una barbaridad.
Como actriz, ¿tu físico te ha limitado o ha sido la forma de asegurarte ciertos castings y papeles?
La sociedad y la profesión en la que estoy se mueve por el físico, da igual el que tengas. Cuando se busca un personaje, normalmente, hay unas características, igual que cuando lees una novela hay una descripción física del personaje. Cuando buscan ese personaje, la descripción física es lo primero. A partir de aquí, a todas y a todos nos condiciona el físico para que nos den un personaje. Pero el hecho de ser una persona que está fuera de la norma hace que haya menos personajes para ti. Si no pone gorda en el guion, no te suelen llamar. Lo que pasa es que hay menos actrices no normativas, por lo tanto, somos menos. Es un hándicap y, a la vez, una ventaja. Y luego, sobre todo, casi siempre eres la eterna secundaria amiga de la prota o el prota. Hay pocos personajes, por no decir ninguno, en los que seas protagonista con un físico no normativo.
“Me tantearon hace tiempo para ir a ‘Supervivientes’”
Ahora estás preparando ‘Érase una vez… pero ya no’, la primera serie musical en castellano de Netflix. ¿Qué tiene este musical que no veas en otros?
Estamos en pleno rodaje de la serie y lo primero que la diferencia de otras es que es la primera serie musical en castellano en todo el mundo. Y luego, si ves el casting, te das cuenta de lo distintos que somos todos. Esa cosa de cuerpos diferentes, etnias diferentes, tamaños diferentes y tendencias diferentes me parece maravilloso.
Eres actriz, productora, poeta, directora y también cantas. ¿Alguna faceta más que nos quede por descubrir de Itziar Castro?
Yo supongo que tú cocinas, montas muebles de Ikea, vas en bici, pintas o escribes, a lo mejor. Todos somos un poco poliédricos, lo que pasa es que, a veces, cuanto más sabes da más miedo, así que intentan que no te desarrolles en todas las facetas. Pero fuera de aquí, la mayoría de los actores cantan, bailan e interpretan. Por ejemplo, en ‘Anatomía de Grey’ casi todos han dirigido algún capítulo. ¿Por qué no? Siempre hay cosas nuevas para explorar y aprender. No solo somos una cosa.
Puestos a probar cosas y ahora que empieza ‘Supervivientes’. ¿Te verías en Honduras?
A mí me tantearon hace tiempo para ir a ‘Supervivientes’ y dije que, de momento, no me interesaba. Nunca digo que no pueda ser pero, ahora mismo, no sería uno de mis intereses. Yo intento ver de todo en la tele, igual que en el cine, para saber si me gusta o no.