“Lo que más me gusta es el silencio. Simplemente escapar del ajetreo y del bullicio de la ciudad. Estos rincones son como cápsulas del tiempo que conservan el momento de hace 10 o 20 años cuando el edificio fue abandonado. Este es un castillo que encontré en mi viaje a París. No se sabe mucho sobre el lugar, pero recientemente fue utilizado como centro de rehabilitación. La habitación parece más un hospital que un castillo. En la zona hay un jardín, una biblioteca, canchas de tenis y lujosas habitaciones. El centro fue abandonado en 2010 y por la decoración parece que en su día fue una clínica para gente rica”.
michaelschwan.de
El fotógrafo que retrata la belleza de los lugares abandonados
Hablamos con Michael Schwan para que nos relate la historia detrás de sus mejores imágenes de sitios en decadencia.
Héctor Anaya | 29.01.2020 | Lectura: 1 min
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Que pase el siguiente (Francia)
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Música para la eternidad (Francia)
“Explorar lugares prohibidos es un viaje a otro tiempo. Cada visita es algo muy especial para mí. No sabes si es solo una ruina o si contiene tesoros mórbidos. Tomé esta foto en un recorrido de Nochevieja por París. Visitamos algunos lugares abandonados por el camino, incluyendo este castillo en el corazón de Francia. Probablemente, fue construido en la década de 1930 y está abandonado desde 1990. Ubicado en un suburbio francés muy rico, hoy se caracteriza por el grafiti y la destrucción”.
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Desenfreno natural (Alemania)
“Mi pasión por los lugares abandonados comenzó cuando tenía 15 años, pero hasta los 20 no empecé a fotografiarlos. De esto hace más de 10 años y aún sigo haciéndolo. Este es un club donde celebrábamos fiestas salvajes en nuestra juventud. Desgraciadamente, la discoteca quedó devastada tras un incendio, aunque nadie resultó herido. Debido a la ausencia de techo, la naturaleza acabó conquistando el lugar. Ahora hay un taller de reparación de automóviles”.
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Chapuzón al pasado (Polonia)
“La dificultad para acceder a un sitio depende del lugar. A menudo es imposible encontrar al dueño, pero otras veces son los propios vecinos los que nos piden que vayamos porque será demolido pronto y a nadie le importa. Prefiero obtener un permiso, pero esto puede llevar semanas. La curiosidad a veces es demasiado grande y te arriesgas a echar un vistazo. Esta piscina está ubicada en un antiguo hospital militar de Polonia construido en 1929 y tomado por el ejército soviético después de la Segunda Guerra Mundial. Condujimos hasta la entrada y el guarda nos dio permiso por una pequeña donación. Además, nos hicieron un recorrido por la zona, donde también hay un restaurante, una capilla, una morgue y un quirófano”.
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La decadencia de la ciencia (Bélgica)
“La principal prioridad es que no se rompa nada. Si algo está cerrado, permanece bloqueado. A veces la puerta o la ventana está abierta. Otras veces, tienes que atravesar ventanas o arrastrarte por un pozo en el sótano. Visitar este laboratorio abandonado no fue fácil. Solo en el tercer intento tuve suerte y pude hacer algunas fotos. Pertenece a la facultad de química de una universidad fundada en el siglo XIX. En el siglo XXI, se mudaron a otro edificio y desde entonces el área está abandonada, aunque aún se pueden encontrar sustancias químicas residuales. En la actualidad, los edificios que lo forman están volviéndose a utilizar gradualmente”.
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Como en casa (Bélgica)
“Es un pasatiempo muy peligroso y tienes que cuidarte bien. Nunca debes viajar solo porque siempre puede pasar algo. Una vez me rompí el codo en una mina, pero por suerte iba acompañado y logré salir con ayuda. A menudo me encuentro con personas sin hogar, drogadictos y ladrones de metales que a los que les incomoda mi presencia. Con esta foto quería mostrar que los lugares perdidos no siempre están vacíos. Es el salón de una casa típica belga donde vivió una familia campesina. Todo el mobiliario está todavía disponible y también viejas fotos familiares y cartas íntimas”.