La historia del cine de ciencia ficción contada sobre ruedas

El Museo Petersen de Automovilismo acoge la exposición 'Hollywood Dream Machines', un repaso por los vehículos que han marcado época en la gran pantalla.

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Si te flipan los coches y la ciencia ficción deberías pensarte muy seriamente comprar unos billetes de avión con destino Los Ángeles. Allí, el Museo Petersen de Automovilismo organiza en colaboración con la Comic Con la exposición 'Hollywood Dream Machines: Vehicles of Science Fiction and Fantasy', un viaje por la historia del cine protagonizada por los 40 coches de ciencia ficción más espectaculares. Tienes hasta el próximo mes de junio para pensártelo, pero mientras tanto te dejamos un adelanto.

Delorean Time Machine (‘Regreso al futuro’)

Se trata de uno de los coches más famosos y reconocibles de la historia del cine. Fue diseñado por Ron Cobb, Michael Scheffe y Andrew Probert para las tres películas de ‘Regreso al futuro’. En principio se pensó que la máquina del tiempo fuera una nevera, pero como el mismo Doc reconoció posteriormente en la saga, “si vas a hacer una máquina del tiempo, hazlo con estilo”. Cabe destacar que la DeLorean Motor Company dejó de fabricar los DMC-12 tres años antes del estreno de la primera película en 1985. Desde entonces, solo se conservan tres de las siete unidades que se utilizaron.

Ford Explorer XLT Tour (‘Parque Jurásico’)

Aparece en la primera película de ‘Parque Jurásico’ y fue diseñado por el director de arte de la cinta, John Bell. El coche fue todo un adelanto de la época ya que, para ser 1993, contaba con pantallas táctiles, techo solar, reproductor de CD interactivo y eran completamente eléctricos. Toda la decoración del chasis fue idea del propio Bell, excepto el logo del parque que fue obra de Sandy Collora. Para la historia del cine siempre quedará la escena en la que el T-Rex destroza uno de los Explorer en busca de su presa.

KITT (”El coche fantástico’)

Aunque pertenece a la pequeña pantalla, ‘El coche fantástico’ (1982-1986), no podía faltar en la exposición del Museo Petersen de Automovilismo. El modelo de automóvil que se utilizó fue un Pontiac Firebird Trans-Am V8, eso sí, bastante tuneado. Contaba con inteligencia artificial y tenía la capacidad de interactuar igual que un ser humano. Con el estreno de cada temporada los guionistas introducían pequeños cambios en el coche que, en la ficción, suponían potentes armas con las que vencer a los malos. Como curiosidad cabe destacar que en España, el actor que dobló la voz de KITT, Carlos Revilla, es también la voz de Homer Simpson.

Ford Taurus (‘Robocop’)

El orden y las justicia necesitan un coche a la altura de sus exigencias. Para el reboot de 2014 de la película ‘Robocop’, los guionistas necesitaban un coche grande y robusto acorde a su protagonista. Encontraron el Ford Taurus del 2013 –el mismo que utiliza la Policía de verdad– y lo dotaron de un toque futurista para que encajara en la época en la que se desarrolla la trama, Detroit año 2028.

Tron Light Cycle (Tron: Legacy)

Las impresionantes motos de luz de ‘Tron: Legacy’ –también conocidas como ciclos– fueron diseñadas por Daniel Simon continuando con la estética y universo que había acompañado años atrás a la película original ‘Tron’. En un universo digital en el que todo es posible, Simon puso todo su empeño en crear vehículos totalmente fascinantes y futuristas. En ellos apreciamos como el motorista y la moto son prácticamente uno gracias a la postura argonómica y a que la dirección se basa en la inclinación del ciclo.

El sedán de Deckard (‘Blade Runner’)

El coche que conducía Harrison Ford en la célebre ‘Blade Runner‘ (1982) fue obra de Syd Mead, diseñador industrial reconocido por prestar su imaginación a títulos tan importantes como ‘Aliens’, ‘Tron’ o ‘Star Treck’. Para la cinta basada en la novela de Philip K. Dick, ‘¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?’, Mead dotó al sedán de formas aristadas y amplias zonas acristaladas. Todo un acierto, ya que junto a los Spinner policiales, el transporte de Deckar sigue siendo uno de los más reconocibles.

Fotografías: Museo Petersen de Automovilismo.