La Gran Manzana nunca ha destacado por su gran gastronomía, pero si hablamos de bagels, no tiene competencia. La oferta de lugares donde probarlos es enorme, pero nosotros hemos dado con un sitio que eleva estos panecillos rellenos a otro nivel. Su nombre es Baz Bagels y está regentado por una familia mitad italiana mitad judía que los hace de forma totalmente artesanal: se preparan en lotes pequeños con harina de bagel de alta calidad, agua, sal, levadura y un toque de malta que le da ese sabor tan especial.
Disponen de diferentes tipos de panes para elaborar los bagels: de centeno, integral, de sésamo, de pasas y canela y el conocido como everything, hecho con todos los panes anteriores y el más típico. Incluso han hecho uno de arco iris con motivo del mes del orgullo LGTB. En cuanto al interior, lo más habitual es rellenarlos con salmón ahumado –sin duda, el ingrediente estrella–, crema de queso, beicon, pepino, tortilla, lechuga o remolacha, aunque las combinaciones son infinitas. También hay opciones para vegetarianos, veganos y sin gluten.
Quienes los han probado destacan la calidad de la comida, las raciones generosas y los precios razonables tratándose de Nueva York. El local, aunque pequeño, también tiene su encanto, ya que recuerda a las típicas cafeterías americanas de los años 70. Perfecto para los que les gusta desayunar fuerte o para un brunch al más puro estilo neoyorquino. Además, el café está por encima de la media de Manhattan y tiene servicio de catering y pedidos online. Pero no sólo de bagels vive este típico restaurante. También hay deliciosas batidos y comida judía casera. Un sitio muy genuino que deberías añadir desde ya a tu lista de paradas obligatorias de Nueva York.