Lola Índigo o el arte de buscarse la vida

La que fuera primera expulsada de 'Operación Triunfo 2017' se ha convertido en 'la reina de la baraja'. No sabemos qué le deparará el trono, pero de momento está jugando bien sus cartas.

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Con Lola Indigo ha pegado el pelotazo a base de canciones pegadizas —Ya no quiero ná o Mujer bruja lo corroboran—, ‘Tu cara me suena’ le ha abierto la puerta al gran público y ha vuelto a ‘Fama’ poniendo la sintonía de la última edición con su tema Fuerte y como Trainer Artística de los concursantes. Está claro que Miriam Doblas (Granada, 1992), más conocida como Mimi, a secas, se ha convertido en una de las ‘triunfitas’ más aventajadas. Es especialista en buscarse la vida y en aprovechar su talento para desarrollar todas las oportunidades que se le presenten. Además, tiene ese plus de ambición necesario para destacar en una industria tan efímera y depredadora como la música. La pregunta es hasta dónde estará dispuesta a llegar para que no se la coman.

Hay quien nace con estrella y quien nace estrellado. Quizá Mimi (aka Lola Indigo) se haya sentido de las dos maneras en distintas fases de su vida. Aterrizó en la televisión allá por 2010 en ‘Fama’, fue expulsada a las pocas semanas —el vídeo en el que Rafa Méndez la echa de clase ha dado para infinidad de ‘memes’— y después no paró de formarse y trabajar de bailarina en sitios de lo más variopintos, con periplo chino incluido. En 2017 le surgió su segunda oportunidad televisiva de la mano de ‘Operación Triunfo’ y no se lo pensó dos veces. “Estaba trabajando en un cabaret en Marbella, un dinner show en el que era la swing, es decir, yo me sabía todo lo de las bailarinas y, a la vez, el papel de la protagonista y de la secundaria. Estaba estresadísima y de repente salió el casting. Era mi día libre en Granada, pasé por allí, vi la cola y dije: ‘Pues tampoco hay mucha gente’. Y hasta hoy. Estaba haciendo de todo y trabajando muy duro, como siempre, la verdad, no he conocido otra cosa en mi vida. Eso es algo que te da ser bailarina”, cuenta.

Y sí, consiguió entrar en el talent de TVE, pero tampoco corrió mucha suerte y resultó ser la primera expulsada. Una vez más, parecía que su camino no estaba hecho para triunfar en la música, aunque esta vez tampoco tenía pensado tirar la toalla. La joven granadina cogió todo el bagaje obtenido en sus anteriores experiencias y se esforzó en no caer en el olvido. Lo que quizá no se esperaba era ese meteórico ascenso y que muchos la empezaran a tildar de superestrella con apenas un single publicado. O puede que sí, porque una persona tan espiritual como dice ser ella enfoca toda su energía en un objetivo claro. “Estoy flipando con todo. Cuando salí del programa me dediqué a buscar curro, a inventarme cosas… Empujaba sola contra todo un fenómeno y no estar dentro de él era como… ‘a buscarse la vida’. Y ahora es una recompensa a todo ese empuje que tuve que hacer para seguir esa ola”, comenta abrumada.

“No estoy todo el día diciendo lo que pienso. Sería una pesada. La mayoría de ‘zascas’ son cosas que he escrito espontáneamente”

Haciendo un repaso al último año, entendemos por qué ha llegado a estar donde está. Mientras sus compañeros seguían avanzando en el concurso, unos con mejor fortuna que otros, ella se dedicaba a hacer pequeños shows, acudía a eventos y utilizaba las redes sociales como principal altavoz. Mimi fue currando en la sombra y cocinando lo que sería uno de los mayores éxitos del pasado año. “El verano pasado estaba mi canción ahí efervescente y fue raro porque también estaba trabajando con la gira de ‘OT’ y preparando todo lo que estaba por venir. Fue muy guay ver que fuera una de las canciones del verano. Sigo en shock. Siempre digo que las cosas, en el momento, no las aprecias tanto, es con la perspectiva de los años cuando dices: ‘¡qué fuerte lo que me pasó y qué grande!’”, explica sobre su primer hit.

El hechizo de una bruja

La trayectoria de Mimi podría haberse quedado en un one trick pony, como el de muchos otros artistas. Sin embargo, ya van cuatro singles y su primer disco, que se titulará ‘Akelarre’, verá la luz esta primavera. Como buena millennial, Mimi sabe que las redes sociales son una potentísima herramienta para construir una imagen personal, bien sea para ensalzar su carrera musical, marcar tendencia con su estética o acalorar al fandom con declaraciones controvertidas. Porque como decía la famosa cita de Oscar Wilde, “sólo hay una cosa peor a que hablen de ti, y es que no hablen”. Y de eso la última hornada de triunfitos sabe un rato. “No pienso las cosas cuando las escribo. No estoy todo el día diciendo lo que pienso. Imagínate, sería una pesada. Pero es verdad que la mayoría de ‘zascas’ son cosas que he escrito espontáneamente y de una forma clara. Solo intento mostrar lo que soy de verdad porque no puedo ser de otra manera”, expresa.

“Esto es duro, esta dimensión de trabajo, este reclamo de atención para la prensa, para los fans… Gracias a que soy bailarina, ahora estoy preparada física y mentalmente para afrontarlo”

Mimi ha crecido escuchando a las divas de la música pop y su proyecto Lola Indigo aspira a convertirse en un referente. A nivel artístico no va por mal camino, aunque esperemos que no llegue a demandar exigencias tan surrealistas como Mariah Carey y compañía. Ella misma confiesa que a veces es complicado sobrellevar el peso repentino de la fama siempre con la sonrisa puesta. “Esto es duro, esta dimensión de trabajo, este reclamo de atención para la prensa, para los fans… Es un trabajo y creo que, gracias a que soy bailarina, ahora estoy preparada física y mentalmente para afrontarlo”, confiesa. Posibles días malos aparte, la también bailarina lleva toda la vida dedicándose a esto y nadie le ha regalado nada. “Con 17 años sacrificaba muchísimas cosas: viajes, salidas con amigos… Y te estoy hablando de ensayos que ni siquiera iban a derivar en un trabajo. He dejado muchísimas cosas por bailar, por aprender; todo el dinero que ahorraba trabajando me lo gastaba en clases de baile, de canto, en viajar. Pero cuando tienes tanta pasión por algo, no te pesa”, confiesa.

Ese sacrificio que va intrínseco a la danza ha hecho que tenga muy interiorizado el concepto de crew. Por eso tiene tan en cuenta a todas aquellas personas que en su día le tendieron una mano para, ahora que se encuentra en posición favorable, devolverles ese apoyo. “Lola Indigo ha superado todas mis expectativas. Cuando me inventé todo esto era como ‘lo quiero hacer porque me apetece, es lo que soy y me lo quiero pasar bien’. No pensé jamás en: ‘esto es lo que la gente quiere ver’. También, cuando un proyecto empieza y los números a lo mejor no acompañan tanto, no cree tanta gente. Poco a poco se ha ido sumando la confianza de más y más personas. Por eso, tengo a mi lado a gente que siempre ha estado conmigo y cuando las cosas no vayan tan bien va a seguir ahí”, asegura.

Abrigo de plumas y top de Tommy hilfiger y pantalón de Dsquared2

“Me encantan las críticas y me resbalan al mismo tiempo porque lo que yo soy hoy no es lo que voy a ser ni mañana ni pasado”

Mantenerse en pleno foco mediático tiene sus cosas positivas y negativas. Por un lado, el cariño inmenso de los fans; por otro, las críticas feroces de quienes cuestionan cualquier movimiento que haga e, incluso, su propio talento. “Me encantan las críticas. Siempre digo que eso significa que algo está pasando. Y me resbalan al mismo tiempo porque lo que yo soy hoy no es lo que voy a ser ni mañana ni pasado. Trabajo diariamente para ser mejor. Sigo tomando clases de canto, bailando, entrenando y culturizándome porque quiero hablar con propiedad de la industria en la que estoy. De hecho, Yo ya no quiero ná es la primera canción que escribí en español. Estaba muy puesta en r&b, en hip hop… pero todo de fuera. Y, de repente, como que me empecé a interesar muchísimo por la cultura urbana latina y me tuve que empapar de todo y me he acabado enganchando. Necesito seguir estudiando todo el rato”, asegura.

Desde luego, una artista como Mimi nunca deja indiferente a nadie, algo que seguro también aprendió de todos sus referentes. Además, la confianza en una misma es algo indispensable para aguantar todo lo que venga. Y de eso parece que va servida. “He tenido ups and downs y he estado en el lado de tener mucha seguridad y en el de sentirme perdida. Ahora estoy en un momento de mi vida en el que me siento muy segura y muy bien arropada por el equipo que tengo. De ahí viene también la seguridad: un manager estupendo, un coreógrafo maravilloso y mis bailarinas que son increíbles”, remata la cantante. Podrá gustar más o menos, pero los números están ahí: más de 90 millones de reproducciones en Youtube y doble Disco de Platino. Los siguientes meses serán la prueba definitiva para saber si Lola Indigo vino para quedarse. Por ganas no será.

**Artículo originalmente publicado en el número 52 de Vis-à-Vis. Pide tu ejemplar en papel en tienda.ploimedia.com o descarga la edición digital interactiva para iOS o Android. 

Foto Maku López/ Maquillaje y peluquería Danni Zúñiga (Corta Cabeza) para NYX Cosmetics & Sebastian Professional / Estilismo Eva Barrallo/ Asistente de estilismo Cristina Rosañeda/ Asistente de fotografía Yolanda Campos