Tiene una población de más de 3,3 millones de habitantes, pero solo un 15% de es local y entre ellos hay más de 200 nacionalidades distintas. Dubái es una ciudad cosmopolita que se que se rige por su espíritu pionero y la innovación constante. Ahora, esta insólita ciudad de los Emiratos Árabes acaba de ser elegida como mejor destino del mundo y un ejemplo en la gestión turística de la pandemia de la Covid-19. Pero quiere más. Por eso, cada vez son más los influencers y personajes famosos que viajan hasta allí para dar a conocer las ostentosas maravillas una ciudad que se construyó de la nada sobre la arena. Un paraíso en el que, con dinero de por medio, todo es posible.
Lo excesivo como norma
La opulencia es el símbolo principal de una ciudad que no escatima en gastos a la hora de conseguir alcanzar la visión de Mohammed bin Rashid, primer Ministro de los Emiratos Árabes y emir de Dubái: convertir el emirato en la mejor ciudad del mundo para vivir y trabajar. De ahí que día sí y día también se inaugure un hueco hotel, centro comercial o restaurante. La última ostentosa inauguración ha corrido a cargo de la prestigiosa marca de hoteles Edition.
Enclavado en el epicentro del Downtown bulevar, el Dubái Edition marca el comienzo de una nueva generación de moderno y elegante lujo que a su vez homenajea la pasión de la ciudad por crear algo totalmente innovador. Un centro urbano que cuenta 275 habitaciones, incluidas las 41 suites y el amplio ático, varios bares y dos restaurantes y un gran gimnasio con spa, entre muchos servicios, para aportar una nueva experiencia de atención al cliente “boutique”.
Desde lo más alto
Si vas a Dubái no puedes dejar de visitar el Burj Khalifa, que con sus 828 metros es el edificio más alto del mundo. Y ya que te pones, puedes rematar la experiencia cenando en el Restaurante Atmosphère, ubicado en la planta 122 del famoso rascacielos. Pero existen más opciones para disfrutar de Dubái desde las alturas. El hotel Burj al Arab, de 5 estrellas, también se ha convertido en un símbolo de la exuberancia dubaití y en una parada obligatoria para todo aquel que recaiga en la metrópoli y pueda pagar sus tarifas de 1.500 euros la noche. Lo mismo ocurre con el hotel Gevora, de 4 estrellas, que además es mucho más asequible, con precios que rondan los 100 euros. Pero si no quieres o no puedes quedarte a dormir, siempre tienes la opción de subir a tomar una copa en el Skyview Bar o cenar desde las alturas en elrestaurante Al Iwan, ambos del Burj al Arab.
Una piscina como el océano
Con un clima desértico y muy árido, en el que las lluvias son escasas y las temperaturas rondan los 41°C en julio y agosto, se hacen necesarios espacios para refrescarse más allá de sus increíbles playas, como la de Jumeirah Public Beach. Y tratándose de Dubái, en esto también tenían que batir récords. Así nos encontramos con edificaciones como la Aura Skypool, inaugurada el pasado 9 de diciembre. Con vistas 360º del impresionante horizonte dubaití, es la piscina infinita más alta del mundo, suspendida a 200 metros de altura en pleno corazón de la isla artificial The Palm Tower.
Este lugar, abierto todos los días desde las 10 de la mañana hasta la puesta de sol, está perfectamente dividido en dos espacios distintos, pero complementarios: una cubierta de piscina de 750 metros cuadrados con elegantes tumbonas y salones hechos a medida, y un Lounge & Bar interior con un menú inspirado en el ambiente cosmopolita. Aura Skypool no sólo ofrece un impresionante telón de fondo donde capturar la foto perfecta, sino que también proporciona a los visitantes un acceso panorámico a la brillante arquitectura de los hitos clave de los alrededores que han sido fundamentales para el crecimiento de Dubái como destino turístico.
3,2,1… inmersión
Pero si no eres muy de alturas, Dubái también tiene una increíble propuesta para ti. Se trata de Deep Dive, la atracción submarina más profunda del mundo con 60 metros de profundidad y 14 millones de litros de agua dulce. Para hacer mucho más entretenida la inmersión, en los diferentes niveles los buceadores se van encontrando con toda una ciudad sumergida, vegetación y elementos random como motos, estanterías repletas de libros o cajeros automáticos y restaurantes.
Y para tranquilidad de todos los usuarios, la piscina cuenta con un equipo de socorrismo y 56 cámaras de seguridad que graban todo para reaccionar ante cualquier accidente. Una experiencia perfectamente controlada que incluyen inmersiones de descubrimiento para principiantes, inmersiones de buceo, inmersiones en apnea, así como cursos de buceo y talleres sobre todos los niveles de buceo desde principiantes hasta instructores técnicos.
Viaje al futuro
Para mantenerse siempre a la vanguardia, esta urbe no duda en invertir en cultura para locales y visitantes. De hecho, la ciudad, que solo tiene 35 km² frente a los 604 km² de Madrid, alberga más de 25 museos y centros culturales muy variopintos. Entre ellos destaca, como un ejemplo perfecto de la innovación que define a Dubái, el Museo del Futuro, que abrirá sus puertas el próximo 22 de febrero. Diseñado por Shaun Killa, un veterano del sector arquitectónico de Dubái, fue creado para la postergada Expo Dubái 2020, que se celebra actualmente y termina el 31 de marzo, y ha sido considerado uno de los 14 museos más bellos del mundo. El recinto albergará distintas exposiciones que explicarán cómo evolucionará la tecnología en los próximos 20 años.
Paraíso del golf
Más allá de su deslumbrante vida social, la metrópoli se ha posicionado en los últimos años como una ciudad puntera en golf. Dubái acumula ya 12 campos de golf abiertos, tres de ellos entre los mejores del mundo y, organiza algunos de los torneos más prestigiosos del planeta, como el DP World Tour Championships, el Omega Dubai Desert Classic y el Omega Dubai Moonlight Classic. El más asombroso es el Emirates Golf Club, el primer campo de golf creado en Oriente Medio que presume de tener dos de los mejores campos de juego de 18 hoyos y unas increíbles vistas de la ciudad. Otro de los más impresionantes es el Arabian Ranches Golf Club, con más de 7.000 metros de terreno desértico natural, donde se puede practicar el Foot Golf, una mezcla divertida entre el fútbol y el golf.
Compras a lo grande
Dubái es una ciudad perfecta para amantes de las compras. De hecho, necesitarías más de un día para recorrer el gigantesco Dubai Mall, que tiene más de 1,200 puntos de venta, incluidos dos grandes almacenes –Galeries Lafayette y Bloomingdale’s–, junto con más de 200 experiencias gastronómicas internacionales y una amplia gama de atracciones de entretenimiento y ocio. Una de las más famosas es su acuario, hogar de miles de animales acuáticos, más de 140 especies marinas y un túnel transitable de 270 grados. El Dubai Aquarium & Underwater Zoo cuenta con un tanque de 10 litros que contiene más de 400 tiburones y rayas, incluidos tiburones tigre de arena, meros gigantes y una amplia variedad de vida marina increíble.
Otro centro comercial muy popular es el Mall of the Emirates, donde puedes esquiar, tirarte por toboganes y disfrutar de un bar de hielo. Pero en la actualidad se está construyendo otro que superará a estos dos, el Mall of the World, un nuevo distrito turístico de cuatro millones y medio de metros cuadrados que contendrá el centro comercial más grande del mundo, un nuevo distrito cultural, un parque temático y 20.000 habitaciones de hotel.
El rey de la jungla urbana
¿Te imaginas descender por el cielo dubaití como si del mismísimo Tarzán te tratases? Pues esto es posible con XLine Dubái, una tirolina situada en el complejo Dubái Marina que tiene una extensión de un kilómetro y parte de los 170 metros de altura. Para lanzarte por ella debes tener entre 12 y 65 años, medir más de 130 cm y pesar entre 50 y 100 Kg. Llega a alcanzar una velocidad de 80 km/h y puedes saltar en pareja, ya que hay dos tirolinas que se sueltan a la vez. Y si esta experiencia te sabe a poco, en el pequeño emirato Ras Al Khaimah, a unos 100 km de Dubái, tienes la tirolina más larga del mundo, con una extensión de 2,86 km.
La foto imprescindible
Aunque una ciudad tan rimbombante como esta tiene un sinfín de lugares instagrameables, desde el Miracle Garden o el Dubái Design District hasta la isla artificial de Bluewaters, el Dubai Frame está a otro nivel en esto del postureo. Y es que se trata, nada menos, que del marco de fotos más grande del planeta, con 150 metros de altura. Inaugurado en 2018 y construido en vidrio, acero, aluminio y hormigón armado, está ubicado de tal forma que de un lado enmarca las zonas más antiguas e históricas de la ciudad y, del otro, las áreas más icónicas del Dubái moderno, como el el Burj Khalifa. El precio de entrada ronda los 11 euros y puede visitarse cualquier día de la semana.
Los chefs más prestigiosos a un paso
Con tantas actividades que hacer es necesario recargar fuerzas. Para ello, Dubái acoge algunos de los restaurantes mejor valorados del mundo, de cuyos fogones están al mando algunos de los chefs más reputados del mundo. El televisivo Gordon Ramsay ofrece cena espectáculo en Hell’s Kitchen y clásica cocina inglesa en Bread Street Kitchen, mientras que el aplaudido Giorgio Locatelli contagia su pasión por la gastronomía italiana en Ronda Locatelli. Asimismo, el icono de la cocina japonesa Nobu Matsushita abrió en 2008 Nobu, un acogedor restaurante donde aúna la cocina tradicional japonesa con el lujo de los Emiratos Árabes. Y si lo que quieres es disfrutar de la comida fusión más innovadora has de pasarte por Pierre’s Bistro, donde el francés Pierre Gagnaire hace combinaciones de sabores sorprendentes.
Que no pare la juerga
A diferencia de otras ciudades de Medio Oriente, en Dubái la fiesta está ligada a la noche y tienes una gran oferta de discotecas y pubs. Las discotecas más populares son Planetarium, el sitio de moda en la ciudad inspirado en la movida londinense, Trilogy que cuenta con tres plantas y una gran variedad musical, y Blu Dubái donde el desmadre está garantizado. Eso sí, recuerda que el consumo de alcohol en bares y restaurantes está permitido en Dubái para la población no musulmana y mayor de 21 años, si eres menor puedes tener una multa.
Dubái antes de los rascacielos
Pero antes de que la tecnología, los récords Guinness y la grandiosidad de los hoteles inundaran la ciudad, Dubái ya existía. Por eso, no puedes marcharte de la urbe sin visitar Al Fahiri, su zona más histórica en la que veras cómo era todo antes de que el negocio del petróleo irrumpiera en escena. Este imprescindible barrio mantiene aún sus enrevesados callejones, los puestos del característico zoco y sus casas con jardines interiores y gruesas paredes para preservar la temperatura. Además, allí podrás visitar la edificación más antigua de la ciudad, enclavada en el fuerte de Al Fahidi y que ahora acoge el Museo de Dubái.