Nuestra propuesta para esta Semana Santa es italiana y se llama Bel Mondo

Nos colamos en la cocina del restaurante más 'instagrameable' de Madrid para averiguar si la receta de su éxito es tan apetecible como sus platos.

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¿Está todo dicho sobre la cocina italiana? Obviamente, la respuesta es no. Y no los decimos nosotros, lo dicen Tigrane Seydoux –fundador del grupo hostelero francés Big Mamma– y Victor Lugger, los dos máximos responsables del restaurante de moda en Madrid, Bel Mondo. Un espacio delicioso, tanto por gastronomía como por decoración, que se ha convertido en un punto de encuentro para los amantes de la pasta, la pizza, el provolone o la gorgonzola, entre otros muchos sabores. Nosotros lo hemos descubierto de la mano de la cantante Eva B, pero tú puedes hacerlo, además, a través de sus platos.

Ubicado en el corazón del barrio de Salamanca, Bel Mondo se ha popularizado por ofrecer una carta de alta cocina, pero al mismo tiempo, asequible a todos los bolsillos. El precio medio por comensal ronda los 30 euros, lo que no está nada mal si hablamos de comer bien. Esto, unido a la decoración del local –compuesta en su mayoría por objetos comprados en anticuarios– y al excelente servicio de sus 100 empleados, ha hecho que el restaurante italiano se convierta en una de las opciones más apetecibles dentro de la amplia oferta gastronómica madrileña.

Big Mamma cuenta con más de 200 pequeños productores que ponen en valor el sabor de lo tradicional.

Nada más entrar por su puerta nos recibe una escalera decorada con numerosos neones perfecta para subir unos cuantos stories pre, post e, incluso, durante la comida. Porque una cosa teavisamos: es imposible ir a Bel Mondo y no contarlo en redes sociales. El salón principal nos recibe una estantería decorada con más de 10.000 vinilos antiguos, mesas para 300 personas, luces de época y estatuas de leopardo o tigre –cada uno es libre de hacer sus propias interpretaciones– la mar de kitsch. Aunque lo que se lleva la palma es su terraza –cubierta durante esta época del año– de estilo amalfitano donde destaca un túnel del amor. ¿Un qué? Un pasillo de mesas techadas por una enredadera artificial y bombillas a modo luciérnaga perfecto para las noches más románticas.

Buon appetito!

La decoración está muy bien, pero aquí lo que se viene es a llenar la panza, ¿o no? En ese sentido Bel Mondo también aprueba con sobresaliente. Durante un año y medio Victor y Tigrane visitaron toda Italia para buscar los mejores proveedores para su cadena de restaurantes. Hoy, el grupo Big Mamma cuenta con más de 200 pequeños productores que ponen en valor el sabor de lo tradicional.

Aparte, Ciro Cristiano, el chef encargado de gobernar la nave, combina a la perfección el talento de sus cocineros con el espíritu joven del local. ¿O es al revés? La cocina es abierta y todo el mundo puede ver cómo los fogones rugen a pleno rendimiento durante las horas de servicio. La órdenes, eso sí, son todas en italiano. Cómo si no es posible elaborar auténticas pizzas napolitanas al hornorisotto alla milanese con tuétano, pappardelle con ragú de corderogirella alla normaPor no hablar de la joya de la corona, la pasta carbonara más famosa de todo Instagram, ‘La Gran Carbonara’. Cristiano y su equipo son responsables de elaborar unos espectaculares espaguetis a la carbonera servidos, atento a esto, ¡dentro de un queso pecorino Borgo Antico!  No verás un post tan delicioso como este.

Oh, mamma!

Y si te quedas sin sitio debido a la enorme demanda que hay, no te preocupes, porque Tigrane Seydoux y Victor Lugger han decidido compartir su secreto en el libro ‘Oh, mamma!: Cocina italiana con molto amore’. Ahí puedes leer, entre otras muchas cosas, algunas de las recetas que han llevado al éxito a la cadena de restaurantes Big Mamma, así como un montón de anécdotas de cuando los dos emprendedores franceses buscaban por todo Italia las materias primas idóneas para sus platos. De ese modo, entre página y receta, puede que la espera por una mesa en Bel Mondo se haga más corta.

Precio: 28,45 euros.

Fotografía: Restaurante Bel Mondo.