Miki Núñez: “En el momento de ‘OT’ y Eurovisión tenía un foco que no tendré nunca más”

Aunque de primeras lo asocies al rollo festivalero, el cantante catalán también se maneja muy bien en las baladas, como demuestra en su nuevo disco.

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Desde que se dio a conocer en ‘Operación Triunfo’ en 2018, Miki Núñez (Terrassa, Barcelona 1996) ha llevado el “buenrollismo” por bandera. Lo demostró con La venda, canción que con la que participó en Eurovisión ese mismo año, y lo confirmó con su primer disco, ‘Amuza’, cargado de temas festivaleros y muy alegres. Sin embargo, este ex triunfito está lleno de aristas y en ‘Iceberg‘, su nuevo álbum, nos deja ver su lado más sensible, con baladas y algunos títulos muy rockeros. Pero no te preocupes, el subidón está igualmente asegurado.

Presentas ‘Iceberg’, tu segundo álbum. ¿Qué hay debajo de la punta de ese “iceberg”? 
Muchísimas cosas. De hecho, el nombre surgió un día que estaba hablando con mi pareja durante el confinamiento y me preguntó cómo lo llevaba y le dije: “Estoy estresadísimo. No dejo de currar pensando en la portada, en los singles, los videoclips…” Me contestó que, desde luego, solo se veía la punta del iceberg de todo el trabajo que se hace para hacer un disco. Entonces pensé que era el mejor nombre que podía ponerle. La punta del iceberg es esta gira, el concierto; pero detrás hay meses de ensayos, composición, cambios de fechas, dolores de cabeza…

¿Eres tal y como te muestras en la televisión y los escenarios?
Me cuesta mucho ser una cosa que no soy. O sea, o estoy actuando y lo impongo porque me encanta actuar y hacer el tonto; o no puedo, se me pilla rapidísimo.

‘Amuza’, tu primer disco, fue número 1 en ventas. ¿Te preocupa que, sin la cresta de la ola de OT y Eurovisión, este nuevo álbum no supere al anterior?
Claro, por supuesto. Y es que sé que no va a ser así. En el momento de OT y Eurovisión tenía un foco enorme, con entrevistas todos los días, hablando de mí en la televisión y millones de cosas que no tendré, seguramente, nunca más. Seguiré trabajando para que tenga el doble de lo que tuve pero es muy complicado. Tengo miedo, obviamente, pero no es un miedo de que no duerma por las noches. Sé que es una realidad que puede ocurrir y vivo tranquilo con ello. Trabajo para que la diferencia sea la menos posible.

‘Amuza’ significa diversión en esperanto y todas sus canciones eran alegres y enérgicas. En el nuevo disco incluyes baladas y pop rock. ¿En qué disco eres más tú?
Jamás nadie me dijo lo que tenía o no que sacar, solo faltaría. Con ‘Amuza’ lo que pasó es que yo tenía una presión autoimpuesta de haber salido de Eurovisión, de tener que sacar el disco ya para que todo el mundo lo escuchara y lo viera. ¿Qué pasa? Pues que en aquel momento por lo que me conocían en el mundo era La venda, entonces, buscaba escribir y componer canciones muy relacionadas con ese rollo. Pero, de hecho, muchas de las canciones que luego han salido en ‘Iceberg’ y son más pop rock, más tranquilas y no tan festivaleras, las escribí para ‘Amuza’. Después ya pensé: “Tío, si esto soy yo también, ¿por qué no voy a sacarlo?”.

En ‘Operación Triunfo’ cantaste la primera canción en catalán de la historia del programa. ¿Un programa de televisión pública debería apostar por más canciones en catalán, gallego o euskera? 
Obviamente. Todas estas lenguas forman parte de España y son lenguas cooficiales. Lo raro es que sea noticia que haya cantado en catalán. El problema es que luego la gente que no vive aquí y le llega información de políticos y de gente que parece que quieren crear conflicto se lo cree porque se lo dicen en las noticias. Pero no es así.

Miki Núñez Operación Triunfo entrevista

“Lo primero que hice al salir OT fue decirle a mi madre que quería ir al psicólogo”

Al igual que la música latina arrasa en el mercado anglosajón, ¿las canciones en catalán pueden triunfar en el español o hay reticencia a consumirlas? 
Cuando hice la gira de ‘Amuza’, en el que añadí dos canciones en catalán, mi público se dio cuenta que si cantas “Où t’es? Papa où t’es?” y no tienes ni puñetera idea de lo que está diciendo en francés o en inglés, ¿por qué narices no vas a cantarlo en catalán? No voy a decir que les ayuda a quitarse la venda de los ojos, pero un poco sí.

También has presentado el programa musical ‘Cover’ de TV3. ¿Te verías participando en otro tipo de formato estilo reality?
No me lo he planteado nunca. A mí el mundo de la tele me encanta pero quizás me veo más de presentador o colaborador en un programa como ‘Cover’. No he pensado nunca el hecho de presentarme a este tipo de programas así más reality, aunque ya estuve en uno como ‘Operación Triunfo’.

Además, has publicado un libro de relatos, ‘Dime tres palabras’, donde hablas de salud mental. ¿Tener la música y la literatura es una buena terapia?
Para mí es algo increíble. Antes de escribir canciones, escribía cuentos y si con 14 años me preguntabas que si iba a sacar un disco o un libro, te decía que, evidentemente, un libro. Es un libro en el que, más allá de que sea de relatos cortos y no, de autoayuda, intento hacer como una pequeña moraleja al final para reflexionar.

Ex triunfito de Eurovisión

Una vez que salís de la Academia de OT, ¿os preparan para toda esa fama y contratos?
Creo que lo intentan, pero es tan grande que no se consigue, ¿sabes? Tienes que buscar ayuda fuera. Teníamos una psicóloga dentro de OT, te hacen un acompañamiento y siempre está Noemí para ayudarte, pero, al fin y al cabo, lo que realmente ayuda es la familia y los amigos. Yo lo primero que hice al día siguiente fue decirle a mi madre que quería ir al psicólogo pero ya.

¿Consideras que os usan como productos para ganar audiencia?
Es un programa que busca gente que pueda congeniar, que se pueda llevar mal, gente que haga esto o lo otro mejor… Al final, somos un gancho para que la gente vea el programa, eso está clarísimo. Una vez que te presentas al casting ya sabes que eso es así. Lo que pasa es que, luego, el equipo de ‘Operación Triunfo’ es maravilloso y pasa por delante tu salud personal que las audiencias y los chismorreos. Sabes que vas a un programa en el que te han escogido porque vas a dar juego, pero luego siempre te tratan como una persona, nunca como un producto.

Desde que terminó el programa, ¿has podido vivir exclusivamente de la música?
Sí, tengo la suerte de que sí. Es cierto que si tuviera que vivir solo de la música, o sea, de los royalties y los conciertos, no podría vivir, pero, por suerte, podemos hacer otras cosas como anuncios con marcas gracias a los seguidores de Instagram etc-

¿Intentas quitarte la etiqueta de ex triunfito?
No me pesa para nada. Mi madre me parió y sigo teniendo el nombre que me puso. ‘Operación Triunfo’ me dio la oportunidad de vivir de esto y fue un trampolín para hacer lo que yo quiero, así que jamás me querré quitar la etiqueta de triunfito.

Hace ya dos años de tu actuación en Eurovisión. ¿Cambiarías algo de tu paso por el certamen?
La verdad es que no. Se hizo muy buen trabajo, la canción me iba como anillo al dedo, curré muchísimo… Lo único que cambiaría sería haber podido estar más tiempo con mi familia, porque estuve en un hotel de Madrid muchísimo tiempo. Aunque mira, sí que cambiaría algo. A lo mejor, el país donde se celebró —Israel—. Me encantaría que no hubiera sido en un país en conflicto armado constante.

¿Cómo llevaste toda esa gestión emocional?
Fue horroroso. Que constantemente se esté hablando de ti para bien o para mal es algo que uf… Tener que leer según que comentarios y demás.

Existe el estigma de que Eurovisión puede hundir carreras. ¿Te daba miedo participar en el festival?
Para nada. Eurovisión ha hecho que se me acabe de conocer más allá de ‘Operación Triunfo’ y tengo seguidores de Grecia, Estados Unidos, Argentina, Chile… Y es gente que me conoce por Eurovisión, ¿sabes? Luego, el 20% de la gente que viene a los conciertos son eurofans, o sea, que es una maravilla. Se lo debo casi todo a Eurovisión y a ‘Operación Triunfo’. En ningún momento me planteé que mi carrera pudiera destrozarse aunque la posición fuese malísima —ríe—.

Quedaste en el puesto 22, algo bastante común en las actuaciones españolas. ¿Qué crees que nos falla? ¿TVE hace lo suficiente?
Desde mi perspectiva, no tengo ninguna queja con TVE. Siempre que he pedido algo me lo han dado. Tanto económicamente, aunque en Eurovisión no se paga un duro, pero si necesitaba un taxi y demás; como emocionalmente si tenía que descansar. Jamás me han obligado a seguir y siempre se me preguntó sobre todo lo que yo sé.