Aunque solo tiene 23 años, lleva 10 componiendo y ya cuenta con grandes hitos en su carrera, como haber ganado 21 discos de platino en 2020 y colaborar con los artistas que más “pegan” en el panorama de la música urbana nacional. Suyo es uno de los temas más populares del verano de 2019, Alocao, de Omar Montes y Bad Gyal –con más de 51 millones de visualizaciones en Youtube y más de 100 millones de reproducciones en Spotify–, y también ha escrito para Lola Índigo, Ana Mena, Ñengo Flow, Lérica o Rasel. Por eso, J Cruz (Huelva, 1997) siempre se ha mantenido en la sombra, pero eso ya está cambiando. El joven compositor se lanza en solitario con un nuevo sencillo muy punki llamado Mi vicio y con el apoyo de una discográfica como Universal Music. No le pierdas la pista y, sobre todo, el ritmo.
¿Alguno de los artistas para los que has compuesto te sirve de referencia para la nueva etapa que empiezas?
Claro que sí. Cada composición que hago para cada cantante siempre es una motivación, tanto personal como la que me dan ellos con su confianza. Ha sido bastante reconfortante trabajar con artistas que me han enseñado muchísimo.
Has creado exitazos como Alocao, pero la popularidad se la llevaron otros. ¿Te gustaría tener fama o prefieres el éxito en la sombra?
La verdad es que las dos cosas son totalmente compatibles. El hecho de que tú compongas y seas reconocido por una cosa y la otra. El reconocimiento se busca por las dos partes, tanto como artista como compositor, porque creo que es algo que todos lo podemos vivir.
En 2020 ganaste 21 discos de platino. ¿En la industria sientes que los compositores reciben el trato que se merecen?
Creo que se les pasa por alto muchísimas veces. La repercusión que tiene un compositor es muy diferente a la que tiene un productor o un cantante. Mi lucha constante en el mundo de la música con todas las cosas que digo y hago es sacar cara por los compositores de este país para que tengan una repercusión mayor a la que tienen.
Ahora que te inicias como cantante, ¿cómo definirías tu estilo?
Yo no lo definiría en ningún aspecto porque en España creo que aún no hay un artista de mi perfil. He ahondado mucho en el rollo Machine Gun Kelly, algo que aquí en España no se ha tocado mucho. Pero es más el sonido porque, al final, la estética tiene un poco de todos los mundos.
Como compositor, ¿crees que el reguetón y el trap acaparan la escena musical actual?
El reguetón sí acapara bastante de la escena pero estamos luchando porque géneros como el punk, el rock y el pop vuelvan a tener su auge. En España hay espacio para todo tipo de género.
¿Compones otros estilos más allá de la música urbana?
¡Claro que sí! He compuesto muchísimas cosas desde pop hasta el reguetón pasando por bachata, salsa o funky. O sea, he compuesto muchísimas cosas porque siento que esa es una de mis características más buenas, el hecho de escribir en todo tipos de géneros.
Crear para otros
¿Cuándo tuviste claro que te podías dedicar a la música?
Siempre tuve claro que la música podía ser un sueño, pero que no se tenía que quedar en un sueño. Conforme fueron pasando los años pensé que debería profesionalizarme de alguna manera y comer de esto. Cuando vi que se profesionalizó más fue cuando me firmaron un contrato para ir a Colombia con 18 años.
¿Cómo funciona el negocio de la composición?
Algunas cosas son bajo encargo y otras son, literalmente, cogidas de mi repertorio como compositor. Un artista elige qué canción quiere interpretar o es más acorde a su carrera musical y empezamos a trabajar en esa canción hasta lograr el resultado que el artista quiera. También se puede hacer desde cero y trabajar mano a mano en un proyecto.
Cuando es un encargo, ¿te dan directrices a la hora de crear o trabajas libremente?
Pues depende del artista. Hay muchos artistas que sí que es verdad que llevan una idea fija y te hablan un poco de la historia que están pasando y de lo que quieren tratar en el tema y hay otros artistas que también llevan ideas grabadas y tú metes alguna ficha que puedas aportar al proyecto conjunto.
¿Es más complicado meter la cabeza en la industria como compositor o como cantante?
Las dos son complicadas. Como compositor sí que es verdad que es complicado. Hay muchos cantantes que no se dejan componer porque el ego del compositor y del escritor es grande. Igualmente, el mundo de la música te abre puertas seas cantante o compositor y la cosa es trabajar bien.
¿Te frustraría que canciones que has compuesto para otros tuvieran más éxito que las que saques ahora como cantante?
No, para nada. Siento que son dos cosas totalmente diferentes y mi carrera como compositor es en un tipo de género que, obviamente, está más en auge. Mi etapa como artista es un tipo de género que aún estamos luchando diariamente. Entonces, es normal que un tema mío de composición tenga más repercusión que uno artístico.
Y ahora como cantante, ¿te planteas colaborar con algún artista para los que has compuesto?
Sinceramente, me gustaría colaborar con varios artistas que he trabajado en composición, como Lola Índigo o Ana Mena. Creo que sí van a haber muchas colaboraciones potentes.