Ni pinturas incómodas ni grandes protestas o despropósitos artísticos. La 39ª edición de ARCO, la feria de arte contemporáneo más importante de España y que supone gran parte de las ventas del sector, se ha caracterizado por una mayor corrección política y mucha más calidad, según los críticos. Eso sí, esto no significa que la polémica haya estado ausente, aunque no por las obras expuestas. Hace unos días la Justicia condenaba a la feria por hacer una selección ilegal, arbitraria y discriminatoria de galerías, lo que dejaba al descubierto una red opaca de favoritismo y exclusión. Tras esto, la organización de la feria, que estará hasta el próximo 1 de Marzo, ha cambiado el método de selección y este año hay más presencia de mujeres —un 32% frente al 25% del año anterior—. Escándalos aparte, sus obras nunca han estado exentas de controversia. Aquí te dejamos algunas de las más peculiares.
La “bondad” de un dictador
Sin duda, la polémica de este año la ha acaparado un dibujo con rotulador y acrílico del artista finlandés Riiko Sakkinen. La obra ‘Franco no fue tan malo como dicen’ expone varios argumentos que defienden la generosidad del dictador. Y, aunque esté planteada de modo irónico, la disputa está servida.
Una lista muy real
Sakkinen también causó cierto revuelo el año pasado con la obra ‘Nuestros reyes favoritos’, en la que equiparaba al monarca español al nivel de los reyes magos, King África o los Latin Kings. Toda una declaración de ideas de este finlandés afincado en España.
Todo en llamas
En 2019, la anterior obra estuvo eclipsada, en parte, por la de otro de los habituales en la polémica de ARCO. El artista Santiago Sierra, en colaboración con Eugenio Merino, presentó este ninot de Felipe VI que había que comprometerse —por contrato— a quemar tras su compra. Finalmente, no encontró comprador.
Los fantasmas de la guerra
En 2018 fue muy llamativa esta obra del escultor gallego Francisco Leiro. La creación, inspirada en la guerra de Oriente Medio, en Alepo concretamente, no dejaba indiferente a nadie.
Foto: Gabriel Bouys.
Cuestión de términos
En esa misma edición de ARCO, Santiago Sierra se puso en el ojo del huracán con la obra ‘Presos políticos en la España contemporánea’. En ella, el artista presentaba a los políticos catalanes imputados en el procés como víctimas y presos políticos. Tal fue la controversia creada que la organización acabó retirándola de la feria.
Vaso medio lleno, cartera medio vacía
A veces, más que por el mensaje una obra es polémica por todo lo que la envuelve. En este caso, la obra ‘Vaso medio lleno’ del artista cubano Wilfredo Prieto se ganó toda la atención de ARCO 2015 por su concepto y desorbitado precio: nada menos que 20.000 euros.
Franco a lo Walt Disney
Este año ha sido el centro de atención, pero no es la primera vez que Franco protagoniza ARCO. En el 2012, el artista Eugenio Merino—sí, el del ninot— con su obra ‘Always Franco’ acabó en los tribunales al ser denunciado por la Fundación Francisco Franco por esta escultura hiperrealista del dictador.
Cuestión de fe
Parece que a Eugenio Merino le gusta eso de alzar el grito al cielo. Al menos, así lo hizo en ARCO 2010 cuando la galería ADN expuso esta escultura que juntaba a representantes religiosos del islam, el catolicismo y el judaísmo. La obra causo la queja de la embajada de Israel en España.
