‘Encanto’: 6 enseñanzas vitales que nos deja lo último de Disney

Te decimos por qué tienes que ver esta cinta que, de momento, ya es una de las favoritas de los próximos Globos de Oro con tres nominaciones.

Escrito por
Lectura: 4 min

No atarse a una careta

Todos creamos personajes en nuestro día a día para desenvolvernos con nuestro entorno. ¿O caso te comportas exactamente igual cuando estás con tu familia, en el trabajo o a solas? Pero el problema viene cuando tu entorno o, incluso, tú mismo te haces creer que solo eres de una forma y te privas de la complejidad que de por sí tiene cualquiera. Algo así es lo que le ocurre a Luisa, la hermana mediana de Mirabel con super fuerza. Este poder, unido a su dura personalidad, entra en conflicto con su gran sensibilidad y el torrente de emociones que arrastra. Hasta que no acepta que en ella pueden convivir cientos de sentimientos, actitudes y personajes, no alcanza la aceptación y paz plena.

La vida es un cambio constante

Los imprevistos forman parte de la vida, al igual que las idas y venidas de nuestros seres queridos. Precisamente, ‘Encanto’ nos habla de ser flexibles, de aceptar los cambios que pueden surgir, intentar solventarlos o, si no es posible, encontrar la felicidad a partir de ellos. De hecho, la película comienza con un desplazamiento forzado de la familia a un nuevo lugar donde, lejos de rendirse, construyen un entorno mágico. Asimismo, hay que aprender a soltar y no estancarse en el apego porque todo nuestro entorno también tiene momentos en los que se acercará y alejará.

Hablando se entiende la gente

La película, como todas las de la franquicia Disney, nos habla de la importancia de la familia y estar con nuestros seres queridos. Pero en este caso va más allá y nos muestra una familia en la que mandan las apariencias, por lo que muchos de sus miembros guardan sus frustraciones y anhelos por evitar el conflicto. Una situación totalmente insostenible que comienza a resquebrajar los cimientos de la vivienda y la familia. Por eso, la cinta ahonda en la necesidad de comunicarse con nuestros seres queridos para comprenderlos en toda su dimensión y complejidad y evitar, además, confusiones y líos.