La muñeca más icónica de todas hace tiempo que quiso dejar de lado la imagen de chica rubia perfecta. Buscando adoptar un lado más humano y servir de inspiración a millones de niñas (y no tan niñas), Barbie comenzó la colección ‘Barbie Signatura Inspiring’, una serie de ediciones especiales con las que homenajear a mujeres célebres y rescatar así iconos de diversos campos. Desde la astronauta Sally Ride o la escritora Hellen Keller hasta la tenista Jean King o la primera dama Eleanor Roosevelt, todas han adoptado los cánones de Mattel. Ahora le toca el turno a Madam C.J. Walker, la primera mujer en hacerse millonaria gracias a un negocio de cosmética. Aprovechamos el lanzamiento de esta nueva barbie para conocer a este singular personaje que inspiró la miniserie ‘Self made’ de Netflix.
Sarah Breedlove, más conocida como Madam C.J. Walker, hizo una gran fortuna gracias a la compañía que fundó, Walker Manufacturing Co., una línea de productos para el cuidado del cabello y cosméticos diseñados para las mujeres negras. En una época en la que las mujeres eran prácticamente invisibles y que los afroamericanos sufrían mucho más racismo del que aún hoy sufren, Walker supo abrirse camino desde lo más bajo. “Soy una mujer que vino de los campos de algodón del sur. De ahí me ascendieron a la tina de lavado, a cocinera y luego me desarrollé en el negocio de la fabricación de productos y preparaciones para el cabello”, aseguró en 1912.
“El estrés por sacar adelante a su hija, le propició la caída del cabello”
Hija de esclavos en la plantación Madison Parish de Robert W. Burney, Breedlove fue la primera de seis hermanos en nacer en libertad tras la Proclamación de Emancipación estadounidense que cambió el estatus legal de más de tres millones de afroamericanos. En la Luisiana de 1867, la situación de la comunidad negra era atroz. Breedlove vivió su niñez de forma precaria y, tras quedarse huérfana a los seis años, se mudó con su hermana y el marido de esta para trabajar en el campo y, después, de sirvienta.
Para huir del constante maltrato de su cuñado, Breedlove se casó con Moses McWilliams a la edad de 14 años y tres años después tuvo a una niña, A’Lelia. Sin embargo, su esposo que también la maltrataba, falleció cuando la pequeña tenía dos años. Sola y sin ningún tipo de apoyo familiar, se mudó a Saint-Louis para trabajar de lavandera. Los difíciles años que tuvo que pasar en esta época y el estrés que sufrió le propiciaron una gran caída de cabello, algo que la marcó y acomplejó profundamente.
Del complejo al éxito empresarial
La vida de Breedlove comenzó a cambiar cuando conoció a Annie Turnbo Malone, una peluquera y fabricante de productos para el cuidado del cabello. Esta afroamericana comercializaba una serie de productos para el cabello de las mujeres negras y Breedlove accedió a lavarle la ropa a cambio de productos para tratar la alopecia. Contenta con los resultados, Breedlove vio la oportunidad de negocio y le pidió a Turnbo asociarse con ella. Sin embargo, la comerciante rehusó la oferta, por lo que Breedlove comenzó a fabricar sus propias lociones en su cocina.
(Foto producto)
“Madam C.J. Walker terminó dando empleo a 25.000 mujeres en todo el país”
A su primera crema para el pelo la llamó Wonderful Hair Gromer y sería el cimiento de un lucrativo negocio que terminó dando empleo a 25.000 mujeres en todo el país. Comenzó vendiendo sus cremas de tú a tú y compitiendo con la rivalidad de Malone. Pero el boca a boca de clientas satisfechas hizo que los productos de Breedlove fueran un éxito. Malone, por su parte, mantuvo su hueco en el mercado y, tiempo después, también llegaría a ser una de las primeras afroamericanas millonarias.
El negocio de Breedlove fue de maravilla y, con todo lo que recaudó con sus primeras cremas, terminó expandiendo su negocio y hasta abrió centros de belleza para que las mujeres se realizasen tratamientos. Además, si algo definió a Breedlove fue su filantropía y su voluntad de ayudar a los más desfavorecidos. De hecho, cuando falleció a los 51 años de un ataque al corazón, había legado dos tercios de su testamento a la caridad.
Pero el legado de Walker sobrevivió a la persona y, además de la mini serie de Netflix protagonizada por Octavia Spencer, Walker inspiró una colección de Sephora con el lema “inspirada en el legado de Madame CJ”. Asimismo, la empresaria fue incluida en el Salón Nacional de la Fama de la Mujer, una institución estadounidense creada en 1969 en Nueva York y, actualmente, el Madam Walker Legacy Center, en Indianápolis, mantiene la obra social de Madam Walker. Una mujer que supo romper el molde que por su raza y sexo le habían impuesto.