La primera hamburguesa de la historia surgió en en 1895 cuando Louis Lassen quiso satisfacer la demanda de un cliente que pedía algo rápido y delicioso. Desde entonces, tanto en cadenas de fast food como en restaurantes gourmet, las hamburguesas tienen un hueco más que asegurado. Solo en España se consumen 550 millones de ellas al año y, como cada 28 de mayo, el Día Internacional de la Hamburguesa celebra este popular plato. Para que no te pierdas las mejores del país, aquí te dejamos nuestro ranking particular. ¡A comer se ha dicho!
Bibo (Madrid)
Sin dejar atrás sus raíces malagueñas ni la influencia Mediterránea, el aclamado Estrella Michelín Dani García nos invita a un viaje gastronómico inspirado en sus escapadas internacionales. Sin olvidarnos de sus ceviches, frituras y carnes, hoy tenemos que hablar de sus increíbles hamburguesas: la de carne de chuleta a la parrilla y la de corvina marinada. Porque, según el famoso chef, solo hay una forma de mejorar un fisch & chips y es metiéndolo en una hamburguesa. Y de guarnición, patatas fritas, col morada y salsa tártara. Para flipar con acento british.
Hundred (Valencia)
Valencia tiene muchas buenas hamburgueserías, pero las de Hundred son unas de aúpa y, encima, a un precio muy asequible. Su sencilla pero efectiva burger Singular de carne madurada, queso cheddar, cebolla caramelizada, salsa barbacoa y una muy suave salsa camembert ganó en 2018 el título de mejor hamburguesa de España. Aunque si tenemos que escoger una, nos decantamos por la Satisfaction, que con su carne premium, doble de bacon y queso y salsa de mayonesa ahumada, hace honor a su nombre. El pan lo hornean ellos mismos y la carne la pican cada mañana, de ahí que esté tan jugosa.
Rubaiyat (Madrid)
Las hamburguesas también pueden comerse sin pan y siguen estando igual de exquisitas. Sobre todo si te las hacen en uno de los mejores restaurantes de la capital. La de Rubaiyat es de carne de Wagyu a la parrilla, cubierta de un cremoso queso gruyère, cebolla carameliza con mostaza de Dijón y acompañada de rúcula ácida y tomate confitado. Si quieres una guarnición, puedes elegir puré de patatas con trufa y la farofa con huevo. ¡Ah! Y pídela poco hecha para poder apreciar toda la intensidad de una carne como el Wagyu y marídala con algún vino tinto de su carta.
La Vespa (Barcelona)
Son las reinas de la ciudad Condal y muchos burger lovers se desplazan hasta allí solo para catarlas. Se presentan como hamburguesas tradicionales con ingredientes italianos, y la verdad es que con solo verlas ya te sale decir: “¡Mamma mia!”. La Pampa, con carne de entraña, salsa chimichurri y queso provolone es una pasada al igual que la Toscana con trufa fresca, speck, rúcula y crujiente partisano.
Bar de Fuegos (Madrid)
Soberbia es el adjetivo perfecto para esta genialidad que aúna tradición argentina e innovación de mano del chef Estrella Michelin Mauricio Giovanini. Una mezcla de carnes de calidad argentinas, beicon crocante, queso cheddar, pepinillos y la intensa salsa Bar de Fuegos. Pero, sin duda, lo que la hace más especial es su preparación a la parrilla, porque en este restaurante la cocina al carbón es la gran protagonista.
Doña Luz (Madrid)
Más te vale abordarla con hambre porque tiene tamaño descomunal. La hamburguesa de Doña Luz es muy básica en cuanto a la combinación de ingredientes, pero de una calidad superior. Carne de ternera de primera calidad con lechuga, beicon a trozos y muy bien tostadito y un queso cheddar intenso pero muy cremoso. Además, puedes acompañarla con patatas gajo o chips de verdura. Pero, sin duda, lo que ha hecho que se cuele en esta lista es su salsa Jack Daniels, que combina a la perfección con los jugos que suelta la carne.
Leña (Marbella y Madrid)
Dani García es un todo un maestro con las hamburguesas. En este steakhouse marbellí el chef se centra en la materia prima y propone una cocina a la brasa con una mezcla explosiva de sabores y texturas. La burger que le dio sentido a todo, una versión de la que se servía en Dani García Restaurante a base de picaña con una maduración de 30-35 días, queso havarty y salsa bull, es un claro ejemplo de que en la sencillez está el gusto. La carne es picada enfrente del cliente y se sirve en dos baby burgers con pan de pretzel. Como único inconveniente, se echa en falta un poco más de salsa bull, preparada con el jugo de la ternera, que está de rechupete.
Carnivale (A Coruña)
Tienen la innovación como bandera y surgieron para darle una vuelta de tuerca a la hamburguesa más tradicional. Por eso, no es raro ver elaboraciones con aceitunas negras, salsa chipotle, salsa de yogur o queso azul. La burger Delicatessem promete mucho con el nombre y lo cierto es que acaba cumpliendo todas las expectativas. Tan solo con un poco de cebolla caramelizada, una rodaja de queso de cabra a la plancha con un toque muy crunchy y una sutil salsa de miel y mostaza, logra ser toda una delicia que fascinará a los más sibaritas. Además, puedes probarla con carne de ternera, pollo o, si quieres algo más peculiar, de zorza, ese picadillo de chorizo tan gallego.
El jardín de Alma (Madrid)
A estas alturas ya sabemos que algunas hamburguesas vegetales nada tienen que envidiar a las cárnicas, algo que en restaurante ubicado en pleno corazón de Madrid demuestran con creces. El jardín de Alma tiene eso, alma, y, aunque tienen platos muy llamativos en su carta, la burger veggie es una buena elección para los vegetarianos. Es cierto que a su carne vegana le falta un poco esa jugosidad de la ternera, pero consiguen compensarla con la berenjena asada, los tomates y los champiñones que la acompañan. Está buena y, como no es demasiado grande, te deja con ganas más. Para repetir.
La nueva burguesa (Mallorca)
Situada en pleno barrio de Santa Catalina, esta hamburguesería apuesta por panes artesanales y carnes muy anchas para montar unas burgers de infarto. Eso sí, aunque quieran apostar por lo artesanal, la vanguardia en cocina es uno de sus sellos distintivos. Así lo dejan claro con sus burgers con verduras asiáticas y wasabi, hummus y hasta uvas. Pero la que tienes que probar sí o sí es la de pesto de albahaca, con champiñones, tomate, crema de gorgonzola y rúcula. Eso sí, cuidado al comerla porque, aunque va atravesada con un palo, con todos los pisos que tiene es muy fácil que se te desmonte.