Exquisita carne de Wagyu A5, acompañada de caviar de Beluga, cangrejo real, paleta ibérica española, trufa blanca, queso cheddar inglés y tomate tigre en vinagre bañado en té matcha japonés. Estos sencillos (y exclusivos) ingredientes son los que forman la ya considerada hamburguesa más cara del mundo que acaba de arrebatar el récord Guinness a la descomunal burger de 352kg del restaurante Juicy’s Outlaw de Oregón que rondaba los 4.400 euros. Ahora, The Golden Boy se alza con el primer puesto con su precio de 5.000 euros.

Y no, no pienses que si se ha ganado el título es por ser una aberración cárnica que supera en peso a su antecesora. Al contrario, The Golden Boy es una ración individual que si destaca es por el lujo de cada uno de sus bocados. Porque esta hamburguesa creada por el restaurante holandés De Daltons, situado en la ciudad de Voorthuizen, incluye algunos de los ingredientes más caros del mundo como el caviar de Beluga y el cangrejo real. Pero, entre todos, destaca la carnde de Wagyu A5. Y es que, dentro de la raza bovina mejor valorada del mundo como es el Wagyu japonés, la clasificación A5 es el mejor rango que puede recibir esta carne. Vamos, lo mejor de lo mejor.

Y, obviamente, ingredientes tan sofisticados y sibaritas deben ir acompañados de jugosas y refinadas salsas como la mayonesa ahumada de huevo de pato y una salsa barbacoa elaborada con café Kopi Luwak y whisky escocés Macallan. Todo esto entre dos crujientes panes infusionados con un champán Dom Perignon y terminados con una capa de oro. Porque, como asegura el chef y creador Robbert Jan De Veen, por muy distinguida que sea, está hecha para comerse con las manos. ” Como el pan está recubierto de pan de oro, los dedos estarán dorados al terminar”, asegura el cocinero holandés. 

La presentación también es parte del espectáculo (y del privativo precio). El plato, que poco tiene que ver con la fast food, se sirve en mitad de una humareda impregnada de whisky. Porque Jan De Veen sabe como presentar una buena burger y no es la primera vez que una de sus creaciones gana un premio. A lo largo de los años, su popular restaurante ha ganado varios premios nacionales e internacionales por sus hamburguesas, patatas fritas, sándwiches y perritos calientes.

Si has ahorrado suficiente y te apetece probar esta delicatessen, has de reservar con 2 semanas de antelación y dejar un depósito de 750 euros con la reserva. Eso sí, quítate la culpa por la gula ya que estás haciendo una obra social. Y es que, todos los beneficios que se obtengan con la venta de esta extravagante hamburguesa irán a comedores sociales para los más desfavorecidos que, por culpa de la Covid-19, solo en Países Bajos ya superan las 160.000 personas. Sin duda, solidaridad para chuparse los dedos.