La próxima revolución del cine no está en la incorporación de más y mejores efectos especiales, tampoco en el sonido y cómo éste envuelve al espectador, ni siquiera está en quienes formarán la próxima saga de Marvel. La verdadera novedad está en algo en lo que pocas veces reparamos y, sin embargo, pasamos muchas horas: las butacas de las salas. Y es que el dichoso coronavirus ha cambiado, al menos hasta que haya una vacuna, nuestros hábitos más elementales.
En ese sentido, y con la intención de animar a la gente a volver a disfrutar del séptimo arte, el estudio de diseño londinense Layer ha reinventado el concepto de butaca para hacerlo más moderno y, sobre todo, seguro frente al virus. De estar repletas de espectadores finde tras finde a apenas llegar a la centena a la semana, las salas de cine han vivido como ningún otro sector el impacto de la crisis de la Covid-19. El miedo y la ausencia de estrenos ha hecho que muchas se encuentren a día de hoy en una situación límite.
Siéntate y disfruta
Precisamente, con la idea de reactivar el sector y ayudar a todas esas salas, la gente de Layer ha presentado el Sequel Seat, un asiento hecho con hilos de cobre antibacterianos y sin costuras con el que pretenden eliminar todos los huecos susceptibles de ser un foco de infección. El prototipo incluye altavoces con control de volumen en el cabecero, LED integrados para iluminar el nombre del espectador en el respaldo plegable e impedir que la gente se siente en el sitio que no le corresponde, bandejas extraíbles para apoyar la comida, mamparas de metacrilato entre sitios e iluminación ultravioleta para esterilizar absolutamente todo _aunque, de momento, no existe ninguna evidencia médica que diga que ésta última característica sea efectiva–.
Aparte de todas las medidas higiénico-sanitarias, la Sequel Seat busca que en el actual panorama de entretenimiento, monopolizado casi en su totalidad por las plataformas de streaming, el cine vuelva a ofrecer una experiencia inigualable. Por ello, desde Layer han escogido para sus butacas una paleta de colores en tonos pastel similares a los que usa el director de cine Wes Anderson, autor, entre otros títulos, de la cinta ‘El Gran Hotel Budapest’. Un homenaje a las salas de cine de siempre, al igual que en la pantalla, lleno de color y lejos del negro tradicional . Silencio, que empieza la película.