Los niños ya no quieren ser astronautas o médicos, ahora quieren ser streamers. Y la verdad es que, visto lo bien montado que está el negocio de las plataformas en directo, a más de uno puede que le haga replantearse sus futuro laboral más inmediato. En ese sentido, la red social Twitch –propiedad de Amazon desde 2014– ha sabido ganarse un hueco entre las grandes marcas digitales ofreciendo, casi de forma exclusiva, la retransmisión de partidas de videojuegos en streaming, competiciones de e-Sport y eventos relaciones con el mundo gamer. Y, aunque también existe la posibilidad de generar contenido relacionado con otros ámbitos, como la música o la cocina, son los gamers y sus videojuegos los que generan mayores beneficios y mueven el cotarro con mucha diferencia.
Partner vs. afiliado
Pero llegados a este punto, seguro que en tu cabeza empieza a rondar una idea: ¿Cómo puedo ganar dinero a través de Twitch? Pues bien, hasta el momento, la plataforma ofrece dos opciones según la capacidad de captación que tengas en torno a tu contenido. Como es obvio, cuanta más audiencia consigas, más cuantiosa será la paga a final del mes. Ahí debemos diferenciar por tanto, el programa para afiliados y el programa de partners. Aunque para acceder a ambos es necesario cumplir algunos requisitos, aquí no vale con enchufar la webcam y darle a grabar.
Para acceder al programa de afiliados de Twitch es necesario tener como mínimo 50 seguidores y transmitir, al menos, ocho horas durante 30 días. Por su parte, para ser considerado partner los requisitos son retransmitir 25 horas en 12 días diferentes y tener una audiencia mínima de 75 espectadores. Aunque la principal diferencia entre programas está en que solo los partners pueden gestionar qué anuncios aparecen en su canal, cuánto tiempo y con cuánta frecuencia. Una forma de financiación que, en la actualidad, aporta un beneficio al streamer de 1,79 euros por cada 1.000 reproducciones del anuncio.
La claves del éxito
Pero pongámonos positivos y pensemos que hasta tu abuela es capaz de ver tus directos y, por sorprendente que parezca, tu contenido resulta atractivo para los usuarios. Ahí ya sí podemos empezar a hablar de dinero. Para ello, Twitch ofrece varias opciones comunes a ambos programas con los que obtener money a través de las retransmisiones. En primer lugar está la posibilidad de suscripción mensual al canal, al igual que Netflix o HBO. Estas suscripciones pueden ser de 5, 10 o 25 euros al mes y de todas ellas los streamer recaudan el 50%. Cuanto más pague el espectador, más privilegios tendrá respecto al contenido del canal. Además, los espectadores también pueden recompensar a los creadores realizando donaciones de bits – esto es, una divisa virtual que solo existe en la plataforma– y que pueden ser tan cuantiosas como el donante decida. Por cada 100 bits, el streamer recibe 1 euro.
Después, más allá de las opciones que ofrece Twitch, cada streamer puede, o no, solicitar a su publico que done dinero real para sus retransmisiones y apoyar más directamente su contenido. Del mismo modo, los streamers pueden ofrecerse a trabajar con patrocinadores o participar en acciones publicitarias. Muchas empresas, de la industria del videojuego principalmente, aprovechan la plataforma para promocionar sus productos a través de los streaming que realizan los jugadores. De este modo, con cada compra que venga enlazada de estos canales, el gamer se lleva un un 5% de la venta. Un negocio en el que no hay game over para ninguna de las partes.
LA CUENTA DE LA VIEJA
Ahora es el momento de echar cuentas y ver hasta qué punto tiene sentido abrirse un canal de Twitch y comenzar a stremear como un loco. Tomando como referencia la política de financiación de la plataforma, podemos deducir que un streamer afiliado con 1.000 suscritores de 5 euros, 3.000 bits en donaciones y 100 ventas en productos a través de su canal, habría obtenido al final de mes, si las matemáticas no nos fallan, unos 2.535 euros. Lo cual no está nada mal si tenemos en cuenta que, por ejemplo, el salario medio español en 2019 –según el Instituto Nacional de Estadística– fue de 23.646 euros anuales, es decir, 1.970 euros al mes.