El afterwork es esa costumbre importada de los británicos que, como amantes del tardeo, hemos abrazado de tan buena gana. Gracias a ella, ahora, quedar para tomar algo después de currar, normalmente con otros compañeros y compañeras, tiene un toque más cool y cosmopolita. Sin embargo, el debate interno que nos genera cuando hay alcohol de por medio sigue siendo el mismo: que si mañana hay que trabajar, que si luego he quedado para cenar… Pero habiendo opciones espirituosas como Ballantine’s Light, que tiene la mitad de alcohol, la cosa cambia mucho. Razón(es), aquí.
1. Te permite hacer planes más allá del fin de semana
¿Qué es eso de ir de casa al trabajo y del trabajo a casa? La semana te resultará mucho más llevadera –y corta– si alternas las obligaciones laborales con momentos de ocio y socialización como este. Desconectar de la rutina de vez en cuando es vital para que luego puedas rendir al máximo en tus múltiples quehaceres, que no son pocos.
2. Mismo disfrute, más control
Si te tomas una copa de Ballantine’s Light, que tiene la mitad de alcohol (20º), no tendrás que cambiar los planes que tengas a continuación. Tanto si tienes una clase de pilates después, como si al día siguiente has madrugar o hacer una presentación importante en el trabajo. Podrás seguir con tu planning sin problema y el momento afterwork solo será un bonito recuerdo. Bondades del consumo moderado.
3. Tiene la mitad de calorías
Es la consecuencia directa de tener la mitad de alcohol. Ballantine’s Light tiene 34 kcal por cada 10 gramos, menos que un tercio de cerveza o una copa de vino. Algo que te vendrá especialmente bien si estás cuidando tu dieta o si, en general, procuras llevar un estilo de vida healthy –que sería lo suyo–. Y, por supuesto, no lleva azúcares añadidos, tan solo aromas cítricos naturales para realzar el sabor, tampoco tiene gluten y es apto para vegetarianos y veganos, ya que no se utilizan productos de origen animal en su elaboración. ¿A que ya lo vas viendo de otra manera?
4. Tu paladar no se va a inmutar
Sin duda, uno de los principales motivos para pasarte al bando light es que la experiencia es la misma, ya que mantiene todo el sabor. Sí, hemos dicho TODO el sabor. Esto es posible gracias a un nuevo proceso hecho a medida para Ballantine’s Light en el que se potencia el líquido con aromas naturales, florales, refrescantes y frutales. Y como paso final, se lleva al whisky a una temperatura mucho más baja, consiguiendo resaltar el sabor ultra suave en vez de diluirlo. Para afterworkers de morro fino.
¿A qué sabe Ballantine’s Light? Presenta notas iniciales dulces y picantes de ralladura de naranja y pomelo rosado, seguidas de pera madura y un toque de avellana, con un acabado dulce y cítrico increíblemente suave.
5. Se puede tomar de muchas formas
- Solo. La forma más simple y, para muchos, la más auténtica de degustarlo al permitir apreciarlo sin ninguna alteración.
- On the rocks. O lo que es lo mismo, con hielo, para hacer la experiencia un poco más suave. ¿Nuestro consejo? Que los cubitos sean grandes y que lo dejes reposar unos tres minutos antes de beberlo.
- Combinado. Con Ginger Ale, Coca-Cola, soda de limón o tónica. En función de tus gustos y del mood del momento, que es lo que marca la diferencia.
- En cóctel. Su sabor y textura permiten una gran cantidad de creaciones y diversas interpretaciones. Estas son nuestras preferidas:
6. El networking será mucho más espontáneo
Aunque una de las reglas de oro del buen afterworker es evitar las conversaciones sobre trabajo, hay muchas formas de sacarle provecho a nivel profesional a este acto social. Charlar con otros colegas de trabajo u oficina en un ambiente distendido permite ampliar nuestro círculo de contactos, acercar posturas y crear relaciones de confianza. Y todo eso sin tener que actualizar la bandeja de entrada de tu email.
7. Lo puedes practicar en lugares muy guays
Otra de las ventajas del afterwork es que te permite ampliar tu cultura de bares, lo cual nunca viene mal. Los que aquí te recomendamos tienen muchas papeletas para convertirse en tus favoritos:
Barcelona
Málaga
Madrid
8. Es más glamuroso
Con todo nuestro respeto a la cerveza, los refrescos y demás refrigerios típicos del tardeo, decir que te has tomado una copa de whisky después del trabajo no tiene color. Bueno sí, uno dorado-ámbar sutil muy apetecible.
9. Es un placer
Da igual que hayas tenido un día duro o que, por el contrario, todo te haya salido a pedir de boca. El afterwork es el cierre perfecto para cualquier jornada. Cheers!