¿Cómo resumirías lo que te ha pasado con Contando Lunares?
Saqué una canción, lo petó, firmé con una discográfica y ahora me cuesta muchas veces salir a la calle o coger el transporte público. Me ha cambiado la vida. Yo soy una persona a la que le gusta su intimidad, no me gusta que me saquen fotos por ahí, no me gusta esa mierda. La gente tiene que escuchar lo que tengo que decir ahora. Tengo tantos temas nuevos que casi tengo un disco.
Tu economía también habrá cambiado bastante.
Sí. Ahora vivo menos preocupado, no me cocino y estoy buscando piso para mudarme. No sé lo que tengo, no sé cuanto gasto pero tampoco me compro cosas. Mis padres me están ayudando con el tema del dinero.
¿Cuál es el capricho más caro que te has dado?
Es que son todo cosas para la música. Este año no me he comprado nada caro. No he cambiado ni de móvil, que tengo un Huawei. ¡Ah! Me compré un ventilador porque hacía calor en Madrid este verano, no sé si fueron 200 euros. Luego las vacaciones, que me cogí cuatro días y me fui a Italia. Y debería comprarme una cama porque no duermo bien por las noches.
¿De qué vive un artista en la era de la música digital?
De los conciertos. Si eres un artista que sube sus canciones a Youtube eso te va a dar un dinero al mes, que no va a ser mucho, pero si te preparas una gira y demás puedes vivir de eso. También te puedes hacer tu merchandising, que yo creo que te da más dinero que el streaming. En el streaming tienes que petarlo. Si lo petas recibes, pero si tienes unos números normales te puede ir mejor en concierto.
Aunque tú sí vendes canciones, de hecho tienes ya cinco discos de platino por Contando lunares.
Eso es petarla, por ahí el streaming claro que me ha dado. De hecho, después de ocho meses de sacar la canción tengo cinco millones y pico de oyentes mensuales. Eso es una burrada. Por ahí sigue entrando dinero, pero no es algo que me preocupe ni de lo que esté al tanto.
“En España hay gente que no canta nada bien y hace música buena, yo entre ellos”
Pero tú ya vivías de esto antes de petarla.
Sí, desde hace tres años. En 2016 empezamos con Locoplaya a subir más vídeos a Youtube y nos empezaron a llegar más conciertos. Buscamos un mánager, hicimos una gira y salió todo bien. Desde ahí yo me pago mis cosas y vivo de la música de forma independiente, ahora un poco mejor que antes.
¿Recuerdas cómo te pagaste tu primera maqueta?
Es que yo nunca me pago las cosas. Cuento con gente que es como yo, que hace sus cosas en casa y que lo hace por amor al arte y porque nos llevamos bien. Los vídeos me los graba un amigo y yo los edito, me grabo en mi casa, me ‘masterizo’ y me produzco. Si no, tengo amigos que me mandan bases, otros que me hacen dibujos para las portadas… Esas cosas salen muy baratas al final, por unas cervezas o 20-50 euros.
Ahora formas parte de la nómina de Warner. ¿Te costó mucho tomar la decisión de entrar en una gran discográfica?
Sí, porque como yo llevo tres años viviendo de la música no entendía para qué servía una discográfica. Me tuve que sentar con ellos a que me explicaran en qué me iban a ayudar. Antes de firmar, para Enchochado de ti ya tuve que aflojar un poquito de dinero. Me gasté más de 1.000 euros, alquilamos un equipo… Todavía no había firmado pero quería hacer las cosas mejor. Pero el vídeo de Contando lunares me salió muy barato gracias a un amigo que sabía hacer animación. Con una multinacional tengo un dinero que me respalda detrás para mis vídeos. Ahora intentaré que mis vídeos cuenten algo y que tengan esas toque profesional para que se note que he firmado por algo.
Tú no tienes reparos en reconocer el uso del Auto-Tune. ¿Hasta qué punto es importante la calidad vocal en el éxito de un artista?
Yo creo que hoy en día para nada. Veo que gente que tiene muchísima repercusión no canta muy bien. No quiero dar nombres pero en España hay gente que no canta nada bien y hace música buena, yo entre ellos. Creo que tienes que tener gusto, saber componer y buscar melodías y letras que le gusten a la gente. Si eres capaz de encontrar eso y que sea pegadizo ya puedes empezar por algo. A mí me gusta gente por cómo compone, no por cómo canta. Si quiero escuchar a gente cantando bien tengo que irme a otros géneros o a artistas concretos.
“En España nos falta gente con quien colaborar. O colaboro con raperos o con cantantes del pop. Aquí no hay ‘reguetoneros’”
Rapero ‘reguetonero’
¿Sigue habiendo mucho desprecio hacia el reguetón?
Al reguetón, al meinstream siempre se le ha tenido rechazo, están mal visto en España. Supongo que poco a poco se irá yendo. Yo no tengo ningún prejuicio. Al final el reguetón es un ritmo, cambias la caja de lugar, conviertes el rap en reguetón porque va al mismo tempo. Si me cuentas lo mismo con otro ritmo y es más bailable pues genial. Cuando yo era chiquitito empezó a llegar a Canarias y hasta hoy. Ha sido como un virus que se ha ido metiendo en todos los géneros, se ha ido trayendo a artistas del pop como Shakira, Luis Fonsi etc. Todos esos artistas han acabado haciendo reguetón y es por algo. El reguetón está en todas las listas de éxitos.
El verano pasado lanzaste colaboración con Lola Índigo: Lola Bunny. ¿Dos hacen más fuerza que uno?
Estábamos en un buen momento los dos y la canción salió de la nada, de la noche a la mañana la hicimos. En España nos falta gente con quien colaborar. O colaboro con raperos o con cantantes del pop. Aquí no hay ‘reguetoneros’. A mí me gustaría colaborar con gente de Latinoamérica, pero poco a poco. Primero me tengo que hacerme un sitio allí. Intentaré sacar mi música fuera de España.
Y también sacaste nueva canción con Locoplaya. Ahora que cada uno tiene su carrera en solitario, ¿cuando os juntáis hay la misma energía?
Yo he estado más liado últimamente y nos hemos visto menos, pero cada vez que nos vemos intentamos sacar tiempo para el grupo. Ahora mismo estamos en pleno proceso de composición, intentando darle forma a un álbum. Voy a intentar mi carrera en solitario en paralelo con la del grupo porque creo que es algo novedoso, vistoso y que puedo contar cosas distintas. A la mitad de los festivales que he ido este verano me los he llevado conmigo, hemos cantado las canciones de Locoplaya y he intentado dejar claro que sigo siendo parte del grupo y que Contando lunares es algo anecdótico.
Tanto en las canciones como en los videoclips, ¿os coméis mucho la cabeza con no ofender a nadie?
Sale más bien de forma natural. A lo mejor cuanto estamos viendo un vídeo nuestro ya editado sí decimos: “Mira, esto creemos que puede ofender”, pero al final muchas veces lo sacamos igual. Tengo un vídeo que se llama Carita de guiño en el que salgo con un pez encerrado en una bolsa con agua. El pez no sufrió, le dimos de comer y luego lo devolvimos la tienda, pero pensé: “Joder, igual esta imagen del pez encerrado, aunque van a ser tres segundos, a los animalistas no les gusta”. Y luego algún comentario hubo. A nosotros tampoco nos gusta sacar tías en bikini, pero porque no somos así de banales. Intentamos tener buen gusto y contar algo.
“Mucha gente me dice: ‘Tú no eres rapero’. ¿Llevo haciendo rap desde los 11 años pero ahora porque cante canciones de reguetón no soy rapero? Eso es envidia”
¿Qué opinas de los ofendiditos de las redes sociales? ¿Te dan mucho la lata?
Sí, pero es que no lo entiendo. He visto gente que me sigue desde el principio que ahora se ofende por los que me siguen nuevos. Es en plan: “Tú antes no escuchabas a Don Patricio y ahora lo escuchas solo por una canción”. Joder, llevo toda mi puta vida haciendo música y tú un día la descubriste y fuiste a mis conciertos, ¡alégrate porque ahora me vayan mejor las cosas, no te enfades!
¿Te molesta que se metan con tu imagen?
No es que lo haga adrede, pero sí soy consciente de que tengo unas pintas que llaman la atención e intento mantenerlas. Podría ir sin gafas y con lentillas y raparme el pelo, como sé que les molesta voy a seguir así. El pelo lo dejé largo hace dos o tres años porque quería tenerlo como de pequeño y ya no me lo quiero cortar.
¿Hay más beef entre los artistas urbanos que en el resto de géneros?
En lo urbano puede ser que sí. También puede ser porque tengan menos reglas que los otros géneros que están mucho más ligados a una discográfica. Yo no he tenido problemas con nadie en concreto. Soy una persona bastante tranquila. Si algún día lo tuviera lo hablaría y ya está. A mí me gustan lo que son los ‘memes’ y tal. Yo me descojono cada vez que suben cosas o me comparan con un profesor de matemática, no me lo tomo a mal, me río.
Perteneces a la misma generación que C. Tangana y Rosalía. ¿Qué opinas de la proyección que está tomando la carrera, sobre todo, de ella?
Me alegro bastante, sobre todo que sea alguien de España. Cada vez que destaca algo y se vuelve un poquito viral se proyecta súper rápido por todo el mundo. Me parece que es lógica con los tiempos que corren y súper trabajadora. No es que se haya dado a conocer con un tema que es Malamente, si no que ha sabido llevar ese disco adelante. Tuvo un boom y supo mantenerse. Yo que estoy empezando a ver cómo son estas cosas y lo difícil que es destacar y mantenerse, sé que tiene un trabajo detrás impresionante. España todavía es un país de envidiosos, no se alegran del triunfo de los demás. A mí me ha pasado eso. Mucha gente me dice: “Tú no eres rapero”. ¿Pero cómo que no soy rapero? ¿Me vas a decir tú lo que soy? ¿Llevo haciendo rap desde los 11 años pero ahora porque cante canciones de reguetón no soy rapero? Eso es envidia.
**Artículo originalmente publicado en el número 53 de Vis-à-Vis. Compra tu ejemplar en quioscos o descarga la edición digital interactiva para iOS o Android.