Estás de relax y seguro que has hincado el codo más de lo habitual. Nadie va a juzgarte por un poco de juerga y menos aún después de los meses que hemos pasado, pero ni todas las excusas del mundo van a librarte de la temida resaca. Esa no perdona a nadie.
Como dicen, resignarse o morir (de bajona). O también puedes poner en práctica alguno de estos efectivos consejos. No son remedios milagrosos, ni mucho menos, pero sí muy efectivos. Han sido testados por uno mismo, palabrita de fiestero.
Be water, my fiestero
Lo más básico y sencillo, pero también lo fundamental para combatir la deshidratación que causa la resaca. Porque, si no lo sabías aún, la cefalea, las náuseas y el dolor muscular de la resaca tienen que ver con la deshidratación que la degradación del alcohol causa en el organismo, la dilatación de los vasos sanguíneos y la disminución de la glucosa en sangre. Así que eso de “el agua para los peces” que tan bien te quedaba durante la fiesta, vete olvidándolo. Es más, mucho mejor que beber agua al día siguiente, es beber varios vasos antes de irte a dormir e, incluso, alternar vasos de agua con los de alcohol mientras dure la juerga. Y si tanta agua termina por cansarte, prueba con las bebidas isotónicas que son todo un chute de minerales para nuestro cuerpo.
Ni pizzas ni hamburguesas
Sabemos que lo mejor al levantarse tras una noche de desfase es una pizza, un heladito o cualquier otro tipo de comida basura. La grasa y el azúcar entran de lujo y puede que para aumentar el azúcar en sangre te vaya de lujo, pero la resaca también provoca la irritación de la mucosa del estómago y, en tales condiciones, meterle a tu cuerpo comida de baja calidad no es lo más recomendable. Por eso, es mucho mejor que tomes carnes magras, huevos, patatas, pasta y demás hidratos de carbono que puedan incrementar tus niveles de glucosa. Aunque lo mejor sería nutrirse con alimentos ligeros, caldos y cremas que te ayuden a soportar mejor la irritación gástrica típica del exceso de alcohol.
Vitamina C para el body
El remedio de la abuela por excelencia es abrir la nevera a por un zumito de fruta o un gazpachito fresquito que, además de hidratarte, te va a dar unas buenas dosis de vitamina C que es perfecta para combatir la resaca ya que tiene propiedades antioxidantes que combaten a los radicales libres que liberamos al desintoxicar nuestro cuerpo del alcohol. Eso sí, ten cuidado porque al pensar en vitamina C es muy fácil recurrir a la ácida naranja y el amargo limón que, con un estómago irritado, no son nada buenos. Mucho mejor que apuestes por la sandía, el melón y otras frutas con alta cantidad de agua.
Y la vitamina B12, evidentemente
Si hay una vitamina que asociamos a la resaca es la vitamina B12. Es más, si entras en un hospital con una intoxicación etílica, seguramente, te pongan un suero y un compuesto de vitaminas del grupo B. ¿Por qué? Pues porque la vitamina B12, por ejemplo, ayuda a que tu orina elimine el alcohol más fácilmente. Los alimentos que más vitamina B12 llevan son los huevos, los lácteos, el pescado y la casquería. Aunque antes que tomarte riñones o hígado con el estómago revuelto, mucho mejor una tortilla de queso y un vasito de leche. Y si sigues con hambre pues unos huevos fritos que siempre entran y favorecen la desaparición del acetaldehído, un compuesto tóxico que produce la resaca.
Aférrate a la almohada
Si estas de vacaciones y encima has pillado una buena cogorza, ya tienes una excusa para dedicarte al dolce far niente y no separarte de la almohada en todo el día ya que el alcohol habrá hecho que tu descanso sea peor. Si no puedes dormir, algo normal cuando bebemos en exceso, prueba a levantarte, refrescarte, comer algo y volver a dormirte. Seguro que en tu segundo despertar te encuentras mucho más fresco y enérgico ya que al dormir ayudarás a que tu organismo se regule y tu musculatura se repare.
Duchita express
Si te costaba conciliar el sueño, habrás pensado enseguida en una duchita fría para despejar tu mente si tus neuronas aún siguen bailando la última de Bad Bunny. No te eches agua demasiado fría ya que la bajada de temperatura hará que tu cuerpo deba trabajar más para compensarla y el dolor de cabeza se agudice. Tampoco utilices agua muy caliente con la que solo favorecerás la deshidratación y la sensación de cansancio y mareo. Lo ideal es un baño rápido de agua templada y, si continúas con sofocos y mareo, ponte paños fríos con lavanda que tiene efectos reconstituyentes.
El café no, pero las infusiones sí
Cuando trasnochas, el café mañanero es el Santo Grial que necesitas para ser persona y dejar de parecer un figurante de ‘The Walking Dead’, pero como te hayas pasado con los brindis, la cosa cambia. Si estas eliminando el alcohol y sufres una gran deshidratación, tomarte unas tazas de café, aunque sea con hielo, solo hará que te deshidrates más ya que es diurético. Por ello, lo mejor es que en tu taza eches infusiones que combatan la reseca. Entre las más recomendables están la de menta, que aporta minerales y vitaminas que palian el dolor de cabeza; la de jengibre, que elimina toxinas y alivia los problemas digestivos típicos; y la de cardo mariano y diente de león, que son muy beneficiosas para depurar el hígado al que tanto trabajo estás dando.
Muévete, aunque cueste
Una vez que notes que no puedes planchar la oreja más, no te fuerces a seguir durmiendo. Por el contrario, es bueno que te muevas un poco e, incluso, practiques algo de deporte, siempre con moderación y sin tostarte al sol, claro. Dar una vueltecita por tu barrio a paso ligero, realizar algunos estiramientos o practicar un poco de yoga harán que te serenes, mejore tu humor y te notes con una energía que agradecerás enormemente.
El ibuprofeno como última opción
Si nada de lo anterior te sirve, el último recurso es el ibuprofeno. Aunque no es del todo recomendable y es mucho mejor apostar por soluciones naturales, los médicos recomiendan tomar un ibuprofeno si el dolor de cabeza es excesivo y no podemos soportarlo. Eso sí, si necesitas un antiinflamatorio en un día de resaca, que jamás sea un paracetamol, ya que este fármaco hace que tu hígado trabaje más y, siendo justos, bastante tralla le has dado ya al pobre.