Puede que si las cosas le hubieran ido mejor al tenista Robert Haillet en su carrera deportiva ahora sería su rostro el que estaría estampado en la lengüeta de una de las zapatillas más icónicas de la historia. Él fue la primera apuesta de Adidas para firmar este mítico modelo que creó en 1963 el hijo del fundador de la marca, Horst Dassler. Unas zapatillas fabricadas en cuero en lugar de lona y con detalles en verde. La idea de vincular el lanzamiento de las Stan Smith a un personaje famoso y guapo era buena, pero no salió todo lo bien que se esperaba. El francés empezó a fallar en la pista y se retiró a los pocos años, así que hubo que buscarle sustituto. Y no se anduvieron con chiquitas. Donald Dell, manager de tenis, sugirió que fueran a por el número uno del mundo en aquel momento.
El hombre en cuestión era Stanley Roger Smith, un tenista nacido en California que había conseguido su primer título en Phoenix en 1970. Ese mismo año ganó también el primer Masters de la historia tras alzarse con cuatro victorias y encajar una derrota sobre una pista de moqueta en el Gimnasio Metropolitano de Tokio. Además, se hizo con el título en la prueba de dobles junto a Arthur Ashe. Y en los dos años siguientes llegó a la final de individuales de Wimbledon; aunque perdió, resultó vencedor del US Open y conquistó su único campeonato de individuales en Wimbledon en 1972.
La icónica foto que ahora aparece en todas las lengüetas se tomó en 1969
Aunque tampoco es que fuera el Roger Federer de la época —simplemente había empezado con buen pie—, esta vez la estrategia de marketing sí funcionó. Al prometedor Smith le ofrecieron el contrato publicitario de su vida y, obviamente, aceptó. Podríamos decir que lo demás es historia, pero lo cierto es poca gente sabe qué pasó con él desde entonces hasta ahora. Para empezar, la icónica foto que ahora aparece en todas las lengüetas se tomó en 1969, casualmente durante una de las pocas veces en su vida en la que se afeitó el bigote. Pero lo más curioso viene es que el nombre de Haillet siguió presente en las zapatillas junto a la cara de Smith hasta 1978, cuando finalmente pasaron a llamarse como las conocemos hoy. La razón sigue siendo un misterio.
Cuando la zapatilla devoró al hombre
Stan Smith siguió ganando partidos y torneos durante los años siguientes —entre ellos siete Copa Davis en Estados Unidos—, pero el éxito de las Adidas Stan Smith superó el suyo propio muy pronto. Las tenis entraron en el mercado estadounidense por la puerta grande. Así lo cuenta en el libro ‘Stan Smith: Some People Think I’m a Shoe’, una retrospectiva publicada por la editorial Rizzoli New York el pasado año. La frase del título hace referencia a una anécdota con su hijo Trevor cuando éste era pequeño. Según relata, el niño preguntó que si su padre se llamaba así por las zapatillas o las zapatillas se llamaban así por él. “No estoy seguro de si se estaba haciendo el inocente, pero hizo la pregunta. Le di un poco de pena por el comentario”, asegura Stan Smith en el libro.
Un divertido recuerdo que define a la perfección la concepción que la generación millennial tiene sobre este hombre. Igual que el siguiente, también relatado por él mismo: “El año pasado, estaba en París esperando en la cola de un restaurante y tres de los cuatro adolescentes que había delante de mí llevaban mis zapatos. Mi amigo les preguntó si sabían quién era Stan Smith y les dijo que era yo. Ninguno decía nada y se fueron incrédulos. Al final de la cena se debieron dar cuenta de que era el verdadero porque, cuando me iba, me pidieron que les firmara las zapatillas”.
Sin embargo, no hay mayor fanático de las Stan Smith que el propio Stan Smith. El ex tenista tiene una colección de más de 60 modelos almacenados en dos armarios diferentes: uno para uso diario y otro para guardar joyas sentimentales, como un par que le personalizaron en Hong Kong. Su estilo atemporal y minimalista, definido por las tres hileras de puntos perforados —en lugar de las típicas bandas— y los detalles en verde, han hecho de este modelo uno de los más famosos de la historia, con más de 50 millones de pares vendidos en todo el mundo.
En 2014 fueron relanzadas en su versión más clásica para conquistar a los amantes de lo vintage —y lo consiguieron—, aunque tampoco se han resistido a las colaboraciones con diseñadores como Raf Simons o Stella McCartney y artistas de la talla de Pharrell Williams. El cantante de Happy, que además firma el prefacio del libro como fan confeso de estas sneakers, ha sacado varias ediciones especiales para Adidas Stan Smith. Para una de las más especiales llegó a pintar a mano 10 pares.
Pero, ¿qué ha sido de Stan Smith? El ex tenista se retiró de las pistas a principios de los 80 con alrededor de 100 títulos profesionales en su haber y 1’5 millones de euros en premios. En el año 2000 fue elegido para capitanear al equipo norteamericano de tenis en los Juegos Olímpicos de Sídney, en los que ganaron tres medallas, dos de oro. También es suya la Smith Stearns Tennis Academy, situada en Carolina del Sur, donde reside junto a su familia. Y, por supuesto, sigue publicitando su alianza con Adidas por todo el mundo. Una de las últimas celebrities a las que firmó en persona sus zapatillas fue Madonna. Esto sí es ser un tipo con suerte.
**Artículo originalmente publicado en el número 52 de Vis-à-Vis. Pide tu ejemplar en papel en tienda.ploimedia.com o descarga la edición digital interactiva para iOS o Android.