El verano es el momento preferido para viajar. Pero, a veces, la simple organización del viaje termina siendo suficiente odisea como para no emprender otro. Amigos que ya tienen otros compromisos o no cuentan con ahorros que gastar o familiares que tienen vacaciones en días distintos a los nuestros, pueden socavar nuestra ilusión del viaje ansiado. O no. “Viajar solo es una experiencia que todos deberíamos vivir. Mis padres y mis abuelos se sorprendieron y tuvieron mil preguntas, pero luego lo aceptaron. Por otro lado, mis amigos, mi esposo y mis hermanas, pensaron que era una gran idea desde el comienzo, una oportunidad de crecer y todos expresaron su deseo de hacer lo mismo alguna vez”, comenta Mercedes Cruz, psicopedagoga argentina que ha viajado sola tanto por su país natal como por ciudades españolas como Málaga.

Viajar solo es una tendencia creciente. El 5% de los turistas españoles prefieren hacer la maleta y emprender viaje con uno mismo, según el ‘Informe de Verano 2023: hábitos y comportamientos del turista nacional’ de ObservaTUR. “Lo mejor es poder elegir qué hacer sin lidiar con nadie. Lo peor sería gestionar momentos que suelen hacerse con más, como comer en un restaurante, ya que la gente te observa y juzga”, añade Pablo Múzquiz, que ha transitado a su aire por varios lugares de Francia y Portugal. 

Libertad y autoconocimiento

En España hay poco cultura de viajar a solas comparado con otros países, donde desde muy jóvenes se lanzan. Nuestro porcentaje de turistas individuales está lejos del 11% que refleja la media internacional, situándose en Estados Unidos, reyes del solo travel, en un 24%, según un análisis de eDreams. “El temor a lo desconocido, el idioma y los miedos que parecen querer imponer desde los medios son algunas barreras. Sin embargo, viajar es conocerse y encontrarse con uno mismo en distintos lugares y ambientes y, para eso, no hay calendarios ni excusas”, defiende Hellen Faus, CEO de la agencia ViajarSolo.com.

Foto: Death To Stock.

Como apunta Faus, emprender una escapada solos es una forma genuina de reencontrarse con uno mismo. De hecho, la libertad de no tener que cuadrar con nadie y la posibilidad de autoconocimiento son algunos de las principales motivaciones de este tipo de viajeros. “No solo viajas a un destino, estás viajando hacia ti mismo. Tienes la libertad de hacer todo lo que quieras, cuando quieras, como quieras. Pero también está la otra cara de la moneda: esa libertad también puede agobiarte o paralizarte si estás acostumbrado a acoplarte a los planes de otros o si te cuesta reconocer qué es lo que realmente deseas”, admite Mercedes Cruz. Asimismo, los contratiempos que puedan surgir durante el viaje son pequeños retos que sobrellevar. Y eso, al final, da mucha autoestima. “Cuando uno viaja solo, aumenta la confianza en uno mismo. Con cada decisión acertada que tomas, te reafirmas que eres capaz. Por ejemplo, si resuelves algún inconveniente, te demuestras que tienes las capacidades. Y si no, conoces tus limitaciones y reconoces en qué trabajar”, señala.

“En Portugal, me subí a un tren que solo aceptaba efectivo, no llevaba y me echaron en mitad de la nada. Tuve que buscarme la vida. Decidir en todo momento por ti empodera. Y tener nuevos estímulos siempre enriquece el alma”, defiende Pablo Múrquiz.

Gestionar la soledad 

Más allá del romanticismo que podamos dar a esta aventura introspectiva, la soledad no siempre es fácil de gestionar. “Es normal sentirse sola a ratos y agobiarte. En esos momentos, intento ser consciente del momento que estoy viviendo y conectar con el lugar, recordándome que estoy allí por elección y que cuando quiera, puedo volver a casa. Uno elige viajar solo para disfrutar y disfrutarse, si no estás sintiéndote bien, lo mejor es no forzarlo”, aconseja Cruz.

Foto: Death To Stock.

“Puedes conocer personas y socializar desde un lugar distinto, viendo una versión completamente nueva de ti”

Mercedes Cruz (viaja sola)

Una vez superado el tema de la soledad, esta forma de turismo te permite conocer el destino a tu ritmo y, de paso, conocer a otras personas nuevas. “No tener que conciliar con nadie es maravilloso, puedes hacer lo que quieras, cuando quieras, sin tener que adaptarte a los horarios de los demás. Incluso, si un día quieres tomártelo con calma y quedarte mirando series todo el día, lo haces“, afirma Cruz. “También, puedes conocer personas y socializar desde un lugar distinto, viendo una versión completamente nueva de ti. Al estar solo te das un espacio para reflexionar desde una postura más objetiva”, añade.

La inseguridad es otros de los handicaps que pueden limitar la decisión de viajar a solas. En este sentido Mercedes Cruz da estos consejos: “por suerte, nunca he vivido una situación de inseguridad. Siempre intento caminar por lugares iluminados, turísticos y donde haya mucha gente. Si me hospedo en un hostel, intento llevar pertenencias de poco valor. También, utilizo la ubicación compartida, procuro tener siempre el móvil con batería e ir contando a mis familiares lo que hago y los sitios en los que estoy”.

Viajar solo, pero en grupo

Otra opción cada vez más extendida por varios tour operadores es la de viajar solo, pero en un grupo con más gente que viaja individualmente. “Con lo complejo que es viajar y los problemas y situaciones que surgen, esta opción proporciona una mayor confianza. Básicamente, es tener un respaldo detrás“, comenta Hellen Faus de Viajarsolo.com, el primer operador que ofreció en España este tipo de paquetes. “Nuestros perfiles principales suelen ser personas de entre 35 y 4o años. Conocer gente y culturas diferentes son sus principales motivaciones. La gente joven prefiere ir en plan mochilero”, detalla.

Foto: Death To Stock.

“Si te da cierto vértigo, no hay necesidad de irse mucho tiempo, con una semana o unos días sobra. Organízate el itinerario y gastos al detalle”
Pablo Múzquiz (viaja solo)

Pese al coste que pueden tener este tipo de packs, puede ser una opción a la larga asequible. Viajar a tu aire implica que ciertas actividades, como alquilar un coche o contratar un guía, salen más caras al no compartir los costes con nadie. “Tenemos desde escapadas de fin de semana por 200 euros hasta viajes de varios meses o destinos de más exclusividad de varios miles de euros, tenemos absolutamente todo el abanico”, comenta la responsable del portal de viajes.

“Si te da cierto vértigo, no hay necesidad de irse mucho tiempo, con una semana o unos días sobra. Organízate el itinerario y gastos al detalle”, recomienda Pablo Múzquiz. Hay un dicho viajero que reza “go big or go home” que la viajera Mercedes Cruz quiere desbancar, sobre todo si se decide viajar solo. “El mejor paso es el que se da, no importa el tamaño”. 

Foto: Death To Stock.