Es uno de los rostros más reproducidos en la cultura pop, un referente feminista y la pintora mexicana más popular. Frida Kahlo, con sus características flores, sus cejas gruesas y su bigote, ha sido reproducida en un sinfín de productos, citada en canciones, recreada en películas como ‘Coco’, de Disney, y hasta convertida en una muñeca Barbie.
Sin embargo, no todos saben cosas como que la artista sufrió varios abortos, que le llegaron a amputar una pierna o que era bisexual y tenía una relación abierta con Diego Rivera. Por eso, la madrileña Casa de México ha querido traer ‘Frida Kahlo: alas para volar’, una muestra disponible hasta el 30 de noviembre que busca descubrir a la artista y la persona perfilándose como tu cita necesaria del verano.
La exposición, cuya recaudación de entradas se destinará a becas para que alumnos mexicanos puedan cursar estudios en España, exhibe una selección de 31 obras originales y 91 fotografías, además de pasajes de su diario, citas célebres y 2 vídeos de Frida Kahlo en vida. La muestra recibe el nombre de la icónica cita de la pintora: “Pies, para qué los quiero si tengo alas para volar”. “La exposición retrata una visión holística de la artista. Además, de las 31 obras, tenemos una instalación con páginas de su diario, fotografías de Frida y una línea de vida para que la gente se ubique”, explica Susana Pliego, Directora de Cultura de Casa de México.
A lo largo de las cuatro salas de exposición, el visitante irá descubriendo, no solo la compleja producción artística de la mexicana, sino también su faceta humana. “Hay pocos artistas en los que la vida y la obra esté tan relacionados como en Frida. Con temas tan fuertes en su obra como el aborto o el feminicidio, realmente, Frida abre su vida, su dolor, sus abortos y todo lo que vivió al escrutinio público”, señala Pliego. A través de su talento pictórico autodidacta, se disfruta de lo estético a la vez que se comprende el momento histórico en el que vivió.
Los visitantes pueden complementar su recorrido con explicaciones narradas de algunas de las obras expuestas que se descargan mediante códigos QR. Un recurso muy útil para entender la importante aportación cultural de la pintora de Coyoacán a la construcción del nacionalismo mexicano y su visión pionera del retrato del cuerpo femenino. “Cuando ves las obras de cerca, te das cuenta del detalle de sus pinceladas con animales y bichos escondidos entre las plantas. Si tenemos en cuenta que fue una pintora autodidacta, nos damos cuenta del gran trabajo que llevan sus obras”, explica Pliego. “Yo me imagino que ella pintaba con un pincel de un pelo”, bromea.
Icono pop con una agenda apretada
Nada más entrar, la exposición te traslada al México más auténtico. La explosión de color, dolor, vida y naturaleza que inunda todo el espacio te deja perplejo durante unos instantes. Pero, a medida que avanzas, tu hambre por Frida Kahlo va en aumento. Sus autorretratos parecen hablarte y ya no puedes dejar de querer saber más y más sobre ella. “Frida se autorretrata muchísimas veces porque dice que lo que mejor se conoce es a ella misma, ya que tuvo un accidente a los 18 años y estuvo muchas veces en cama. Su familia le puso un espejo encima de su cama y le diseñó un atril para que pudiera pintar cuando estaba convaleciente. Por eso, sus pinturas son de dimensiones pequeñas”, cuenta la responsable.
Esta exhibición de la pintora es una oportunidad única para conocerla, ya que es la primera recopilación monográfica que se puede visitar en la capital española desde 1985. “Con el feminismo de los años 80, la popularidad de Frida Kahlo estalló por todo el mundo. Hoy en día es, quizás, la artista más reconocida del siglo XX y todo el mundo quiere exponer algunas de sus 150 pinturas. Es un corpus de obra pequeño para todas las demandas que hay”, aclara la comisaria de la muestra. “La colección del Museo Dolores Olmedo, que es la que más obras de Frida tiene, está constantemente prestando a museos y los cuadros tienen una agenda complica”, añade.
La figura de Frida Kahlo mueve legiones y eso se nota al ver las filas de curiosos esperando entrar. “Frida es una de las mujeres artistas que se rescatan con el feminismo estadounidense de los 80. Madonna se hace fan, compra sus obras y empieza a usar corsés tipo Frida en sus conciertos. Después, sale la película sobre ella, protagonizada por Salma Hayek, y se publica su diario. Todo esto hace que se vuelva un icono”, analiza Pliego. “Frida no es solo un icono como pintora, sino como una mujer que se adelantó a sus tiempos”, añade. Pero si quieres conocer el por qué, deberás pasarte por la exposición.