Su nombre sale a relucir todos los años en esta época con tanta fuerza como el de Papá Noel. Es el gran referente para todos aquellos que, igual que él, odian la Navidad –aunque, en el fondo, no lo hagan tanto–. Un personaje creado por el escritor Theodor Seuss en 1957 como sátira a la visión consumista de estas fiestas que, por el contrario, ha acabado siendo una pieza más de todo el engranaje comercial. Pero si por algo recordamos al Grinch es por su dos adaptaciones cinematográficas: la primera del año 2000, en la que el actor Jim Carrey se metía en su verdoso pelaje, y la segunda la película de animación de 2018.
Ambas nos cuentan la historia de este ogro que lleva 53 años exiliado en una cueva en el Monte Crumpit con su perro Max, desde donde intenta aguarles las fiestas a los habitantes de la ciudad de Villa Quién. Una guarida solitaria pero muy bien equipada que ahora salta a la realidad gracias a Dr. Seuss Enterprises y la plataforma de gestión de alquileres Vacasa. Estas dos compañías han colaborado para recrear meticulosamente la cueva del Grinch en la ladera de una montaña en Boulder, Utah (Estados Unidos). Una vivienda totalmente funcional que se puede alquilar hasta el 23 de diciembre. Y como plan B, puedes explorar este hogar en un recorrido 3D muy detallado, de la misma manera que se navega por Street View de Google Maps. Además, es totalmente gratis.
La presencia del famoso personaje se puede sentir en toda la casa, que tiene nada menos que 1.300 metros cuadrados repartidos en varios niveles. La combinación perfecta de belleza natural y diseño inteligente que cautivará a los fans de este famoso personaje y de la Navidad en general. Porque aunque su hogar sea cueva, al Grinch le gusta disfrutar de las cosas buenas de la vida.
Decorada por completo según su estilo, lo primero que encontramos al entrar es la cocina, equipada con toda clase de electrodomésticos y utensilios. Además cuenta con un alijo de emergencia Who-hash de alimentos esenciales como latas de Roast Beef –su plato favorito–, jamón, pudding y cajas de cereales Cheery-o’s para empezar el día con fuerza. Y, aunque su perro Max tampoco hará acto de presencia, todavía hay una cama y un cuenco preparados para él.
A la derecha, vemos la estancia de la biblioteca, en la que también han colocado una mesa de ajedrez, un telescopio, una cama de invitados –que no serviría de nada en el caso del Grinch– y una chimenea para que siempre estemos calentitos.
Y entre la cocina y la biblioteca se abre una pasarela de madera que nos conduce hasta la sala de música, donde está el impresionante órgano del Grinch, la batería de Max y una brillante guitarra en forma de G. Y, por supuesto, todos los instrumentos se pueden tocar, por lo que es una buena oportunidad de dar un concierto con la seguridad de que ningún vecino se quejará por el ruido.
Si continuamos por dicho pasillo llegaremos hasta los aposentos privados del Grinch, conformados por una gran habitación y una especie de despacho. En ellos está la cama principal, junto a la que se encuentra su exagerado despertador, el guardarropas, donde hay recambios de zapatos peludos y un batín rosa, y un baño con ducha.
Al fondo de la casa hay otro baño, este con bañera, y subiendo unas escaleras encontramos otra habitación con cama doble y un gran ventanal con vistas a la ladera. También incluye una pizarra, un sofá ideal para siestas y un recoveco tapado con una sábana en el que pone “Do not enter”.
Como era de esperar de cualquier cosa relacionada con Seuss, hay muchos colores y detalles divertidos, como los letreros de la entrada de la casa que rezan “¡Váyase AHORA!” o “¡PELIGRO!”. Por eso, se necesita un alma aventurera para vivir como el Grinch, así que hay que tener en cuenta varios consejos antes de reservar. En primer lugar, que la ubicación es remota, por lo que deberás llevar alimentos y bebidas para toda tu estancia. La tracción en las cuatro ruedas es una ventaja.
Tampoco hay Internet, aunque seguramente encontrarás mucho que hacer en la biblioteca y sala de música. Y el servicio de móvil también es limitado, pero hay un teléfono disponible en el sitio. Como dice en su carta de bienvenida, “Soy un Grinch simple. Leo, juego al ajedrez, planeo cómo arruinar la Navidad. En otras palabras, no pago por Internet o cable sofisticados”. Avisado/a quedas.