A algunos les parecerán de juguete y otros pensarán hasta en comérselas, pero lo cierto es que son totalmente ponibles y pueden ser tuyas desde ya. La última colaboración entre Converse y J.W Anderson nos lleva directos a nuestra infancia con unas zapatillas de lo más coloridas. La línea, llamada Chuck 70 Toy, representa el contraste entre la tradicional silueta del modelo All Stars y la provocadora estética del diseñador irlandés. Porque si algo caracteriza a Anderson es la búsqueda constante de los límites de la moda, ya sea en su trabajo al frente de Loewe, en su propia firma o con sus colaboraciones.
El resultado son unas originales deportivas en las que se combinan las texturas brillantes, que producen un efecto difuminado, el acabado en charol y una amplia gama de colores llamativos. Un peculiar diseño que se extiende a su popular suela, que deja de ser blanca para teñirse de color, y a los cordones, los cuales emulan el estuco de San Francisco. Hay cuatro modelos, con diseños en bota y en zapatilla baja, y los precios oscilan entre los 140 y 150 euros. Una alianza que demuestra que los polos opuestos se atraen.