Todos tenemos una media croqueta esperándonos por ahí y si las típicas de pollo, jamón o bacalao nunca te han terminado de convencer, atrévete con sabores nuevos. Porque en el universo ‘croquetero’ no hay nada escrito y los más vanguardistas se atreven con mezclas tan extrañas como las croquetas de paella o gin tonic. Aprovecha que el 16 de enero es el Día Internacional de la Croqueta y busca tu favorita.
Paella y callos en Solo de Croquetas (Madrid)
Este restaurante madrileño que en un principio iba a ser asturiano tiene algunas de las croquetas más raras que verás en tu vida. Y es que además de una variada carta que incluye croquetas veganas, ofrecen la ambiciosa propuesta de una croqueta por Comunidad Autónoma que rescata los platos más típicos de cada Autonomía. Así, puedes probar las croquetas de paella de marisco, de callos a la madrileña o de ajorriero.
Compango en Casa Gerardo (Asturias)
El compango es ese sabroso acompañamiento de carne ahumada que se emplea en la preparación de la fabada asturiana y en este restaurante han sabido aprovecharlo muy bien. Sus croquetas son pequeñas pero muy crujientes y con un interior jugoso que derrite cualquier paladar. Un restaurante de quinta generación que sabe fusionar como ningún otro tradición y vanguardia.
Centollo y zorza en Atlantik Corner (Madrid)
Una forma de disfrutar del sabor del Atlántico en plena capital es este local de inspiración portuguesa y gallega. Y en un local con tanta influencia gallega no podía faltar una croqueta de marisco tan suculenta como la de centollo. Un sabor intenso pero con una textura muy delicada que te transportará a la costa atlántica. La croqueta de zorza, lomo de cerdo adobado con pimentón, es otra que tampoco puedes perderte.
Pato a la naranja en Croquetea (Valencia)
Los amantes de las croquetas en Valencia tienen una cita asegurada con esta tienda situada en el barrio de Ruzafa. Sabores de lo más variados que van desde las más clásicas de morcilla, jamón serrano o setas, hasta otras muy gourmet como la de pato a la naranja, salmón o carrillada. Puedes comprarlas congeladas y prepararlas en casa o pedirlas ya fritas previo encargo.
Almogrote en Bocado Gourmet (Santa Cruz de Tenerife)
El archipiélago canario tiene una gastronomía rica y variada con elaboraciones tan populares como el mojo picón o el almogrote, un mojo elaborado a base de queso añejo y con textura de paté. Y una forma original de probarlo es en formato croqueta en este local tinerfeño. Tampoco puedes pasar por alto las de atún y la de estofado de ternera al vino tinto. En serio, insuperables.
Leche y galletas en Pez Tortilla (Madrid)
¿Croquetas de postre? Si pruebas las de este restaurante madrileño no te parecerá tan rato. Y es que en este espacio especializado en tortillas de patatas y croquetas preparan unas de leche con galletas que te harán amar aún más el dulce. También tienes otras de Nutella y, si eres más de salado, decántate por la de carabineros, la de solomillo con cebolla o la carbonara.
Cecina en Le Croquette (Toda España)
Desde Madrid para toda la Península, Portugal y México. Este obrador que comenzó en Bilbao y ahora funciona en Madrid distribuye sus cremosas croquetas por todo el país. Es cierto que sus sabores no son tan atrevidos como los de otros locales, pero sus croquetas de cecina, chorizo picante o queso azul merecen mención especial.
De Nutella en Croq&Roll (Barcelona)
Dicen que son las mejores croquetas de Barcelona. Nosotros no nos aventuramos a tanto pero sí aseguramos que es uno de los mejores locales de la ciudad condal para una tarde de brindis y tapeo con los amigos. Su filosofía gamberra y desenfadada les hace atreverse con sabores tan peculiares como berenjena, queso provolone, ciruelas o butifarra, pero también contentan a los más golosos con las croquetas de queso mascarpone con Nutella o la de turrón con almendras.
Gin Tonic en Boqueat (Madrid)
Y si hay croquetas dulces, ¿por qué no atreverse por algunas con destilados? Dicho y hecho. Los chicos de este popular local de Chueca apuestan por sabores tan raros como la de café o la de queso cabrales. Aunque la más bizarra y valiente es, sin duda, la de gin tonic. ¿Te animas a brindar con croquetas?
Estilo japonés en Okashi Sanda (Madrid)
En el bohemio barrio de Malasaña hay un restaurante japonés como pocos. Aquí no se limitan solo al sushi, sino que se animan con el korokke, una fritura japonesa muy similar a la clásica croqueta. Puedes probar la que preparan con calabaza y la que hacen con patata y carne. Ambas, increíbles.